En 2017 y 2018 será la única economía relevante en América Latina que experimentará una contracción en su nivel de actividad económica.El prestigioso Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, IIES-UCAB, analizó la evolución reciente de los principales indicadores macroeconómicos de la economía venezolana y su posible evolución inmediata.
Según indican, Venezuela se requiere con urgencia el diseño y puesta en marcha de un importante programa de estabilización y ajuste estructural, “que sólo es posible aplicarlo con éxito si se modifica sustancialmente el contexto socio-político”.
En 2017 y 2018 Venezuela será la única economía relevante en América Latina que experimentará una contracción en su nivel de actividad económica. Al cierre de 2017 se espera una reducción del PIB de aproximadamente 8% y para el año que viene el consenso es que el deterioro podría ser de un 3%. Si se tiene en cuenta la evolución reciente, entre 2014 y 2018 (5 años) la economía venezolana se podría terminar reduciendo en aproximadamente un 30%, una contracción récord no sólo en términos del desempeño venezolano sino también a nivel de América Latina en su conjunto.
La caída del ingreso personal, a su vez, se ha reflejado en una reducción importante del consumo de los hogares, que al cierre de 2017 se espera registre un 9%. Las expectativas son aún peores para el año que viene, pues la contracción esperada en la actividad económica, el incremento del desempleo y la inflación galopante podrían deteriorar este agregado en un 12% adicional. El ingreso per-cápita en Venezuela el año que viene podría representar, aproximadamente, la mitad del ingreso promedio de América Latina, que se calcula en unos US$ 9.050, una cifra similar al PIB per-cápita del Paraguay y apenas por encima del de Bolivia.
En el frente interno, destacan la inestabilidad política creciente y la continuación de la formulación y gestión de políticas económicas poco amigables con el funcionamiento de los mercados, lo que ha venido agregando presiones negativas a las dificultades de origen externo.
Por su parte, el IESA (Instituto de Estudios Superiores de Administración) -la escuela venezolana de gerencia con proyección internacional que forma líderes responsables- realizó hace pocos días un foro sobre el “Colapso Económico de Venezuela” donde expuso las tesis que intentan explicar por qué el país cayó en hiperinflación, situación en la que oficialmente nos encontramos para este cuarto trimestre del 2017.
Las cifras son aterradoras: tendremos una inflación en 4.700% en el 2018, un dólar paralelo en 624.000 bolívares para diciembre del año próximo y una caída del PIB en 24%. La pulverización del salario continuará y la tendencia alcista del dólar también. Disminuirá la producción petrolera, los precios del barril se mantendrán bajos y será difícil cumplir con los pagos de deuda externa para el 2018. Esas son las nada optimistas proyecciones macroeconómicas estimadas.
Terminan sus reflexiones así: “Los próximos 24 meses representan un período para sobrevivir. Siempre que en diciembre del año 2018 se logre un cambio político y la aplicación de medidas económicas correctivas”. Como el dicho sentencia: *”Chi vivrà, vedrà” * (Quien vivirá, verá) …