Conozca una tradición que transforma una pequeña localidad en “centro espiritual” para los uruguayos
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La auténtica “capitana y guía”. Ni las estrellas de fútbol Luis Suárez, Diego Godín o Edinson Cavani ostentaron un título tan contundente. Y eso, para un pueblo tan identificado con tal deporte, no es un dato menor.
Se trata de la Virgen de los Treinta y Tres, la patrona de Uruguay. La imagen –una talla de madera de apenas algo más de 30 centímetros de largo- acompaña a los habitantes de esa región de América Latina desde antes de existir como país.
Actualmente, la imagen es venerada en la catedral de Florida, uno de los 19 departamentos de Uruguay y pequeña localidad de poco más de 30.000 habitantes ubicada a 98 kilómetros de la capital Montevideo.
Pero detrás de esta pequeña obra artística hay una larga histórica, aunque con la particularidad de no estar acompañada de ninguna señal extraordinaria o revelación particular como otras advocaciones marianas en países de América Latina.
Precisamente, esta talla hecha con cedro paraguayo data de la primera mitad del Siglo XVIII y fue labrada en las Misiones Orientales de los Jesuitas, recuerda el santuario nacional dedicado a la Virgen.
Fue esta Virgen quien acompañó al cura Santiago Figueredo en la fundación de la otrora Villa de San Fernando de la Florida, lugar fuertemente arraigado a los diversos acontecimientos que dieron posterior nacimiento a la República Oriental del Uruguay. No en vano fue en Florida donde se proclamó la independencia.
Detrás de todo esto, y acompañando a todos esos hombres -particularmente al grupo reconocido históricamente como el de los “Treinta y Tres Orientales” que estuvieron al frente de la denominada “Cruzada Libertadora de 1825”-, se encontraba esta advocación mariana, algo que permite entender mejor lo de su nombre y protección.
“Ante esta imagen se celebró la Misa por la patria, se cantó el Te Deum, se presentó la bandera tricolor. Por eso, el pueblo espontáneamente fue llamando a la pequeña talla ‘La Virgen de los Treinta y Tres’”, recuerda el sitio web del santuario nacional que lleva su nombre.
El general Manuel Oribe, segundo presidente constitucional de Uruguay y uno de los hombres que lideró la gesta, le ofrendó una corona de oro en año 1857. Años más tarde, en 1925, obtiene una nueva corona, esta vez con joyas donadas por mujeres de la época. Fue el papa Juan XXIII quien en el año 1961 le otorga la Coronación Pontificia. Recién en el año 1988 el papa Juan Pablo II le consagró a Uruguay.
Conozca más de su historia a través de este documental:
“Llegan de todas partes”
Cercano al 8 de noviembre (día de su fiesta) –este año las celebraciones principales se realizan este domingo 11- se hacen presentes en Florida miles de fieles procedentes de diversas zonas del país que peregrinan a través de diversos medios, entre ellos a caballo. También están los que llegan a pie cumpliendo promesas u agradeciendo por algo particular.
Incluso, en esta oportunidad, un grupo de jóvenes organizó una movida que evoca al running, pues promovieron la “100 K Florida” motivar a otros a llegar hasta el santuario.
Además de la peregrinación, en otros lugares del país se realizan evento como Uruguay le canta a la Virgen de los Treinta y Tres, entre otras actividades religiosas y culturales.
https://youtu.be/f9Rpfd9HWVE
“Un pueblo de corazón”
La ciudad de Florida recibió la visita de Juan Pablo II en el año 1988 en el marco de una gira de tres días que lo llevaron por otras localidades de Uruguay (Montevideo, Melo, Salto).
Representó la segunda visita a Uruguay (la primera que un pontífice pisó suelo uruguayo había sido un año antes, en 1987, y ya pasaron 30 años). En aquel momento, en uno de sus mensajes de despedida, Juan Pablo II dijo: “Realmente sois un pueblo de corazón”.
“Uruguay, que seas muy feliz en el camino de tu nueva historia”, sentenció.
Pero hoy el corazón de los fieles uruguayos vuelve a posicionarse en Florida, ese lugar que por estos días se transforma en “centro espiritual” y de ferviente peregrinación para rendirle honor a su “capitana y guía”.
He aquí el himno a la Virgen de los Treinta y Tres para acompañar a los uruguayos en este emotivo acontecimiento:
Esta fiesta también representa una gran oportunidad para recordar a “las madres de América”:
(Artículo actualizado noviembre 2018)