Durante el período del mandatario sudamericano van más de 11.900 detenciones y más de 1.260 presos por motivaciones estrictamente políticas, con un promedio de al menos un centenar de privados de libertad por mes, aunque la tendencia se cuadruplicó durante el reciente período de manifestaciones en las calles.
Las cifras las reporta el director Ejecutivo del Foro Penal Venezolano, abogado Alfredo Romero, quien en conversación con Aleteia explicó que “cuando hablamos de presos políticos, nos referimos a personas formalmente privados de libertad por tiempos prolongados, mientras que detenidos son los que aún no han sido encerrados en algún recinto, pero cuyo efecto intimidatorio es igualmente muy grande”.
Los detallados informes del organismo que preside son recibidos con atención por instituciones como la OEA, cuyo secretario general, Luis Almagro, confirmó a través de su cuenta en Twitter la certificación de la “última lista de presos políticos en Venezuela”.
Certificamos la última lista de presos políticos en #Venezuela de Foro Penal @PorHumanidad#OEAconVenezuelahttps://t.co/ddgpaUwu3r
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) September 26, 2017
En opinión de Romero, las detenciones tienen distintos objetivos, entre los que figura el deseo de atemorizar a la persona y sacarla “no sólo de la protesta, que es su legítimo derecho; sino también del país por medio de la intimidación”, razón por la cual se mantiene un registro y documentación permanente que permita intentar acciones en organismos internacionales.
En cuanto al promedio de presos y detenidos, el especialista explica lo que el Foro llama “efecto de puerta giratoria” a una situación según la cual el gobierno de Nicolás Maduro no mantiene tras las rejas siempre a los mismos presos, pero sí a una cantidad de ellos, pues mientras libera a un par, encarcela a otros.
La documentación de los casos, disponible de manera detallada entre los años 2014 y 2017 permite hacer comparaciones y establecer tendencias que demuestran la sistemática violación de los derechos humanos en Venezuela.
En este período de tiempo, el promedio de presos de Maduro se mantuvo estable en alrededor de un centenar por mes. Pero mostró un particular incremento durante los procesos de protestas que se intensificaron en todo el país durante este año, cuando superó la cifra de los 600 detenidos en menos de cuatro meses.
Como dato curioso, Alfredo Romero señala en entrevista con Aleteia que “no hay presos políticos por motivos religiosos”, pero al mismo tiempo constata que se presentan serias violaciones a los derechos de los privados de libertad hasta para las visitas, “tanto contra sus abogados defensores como contra sacerdotes”.
También confirma que en la lista de presos políticos figuran personas que fueron detenidas por cometer el “delito” de brindar los primeros auxilios a personas heridas durante manifestaciones de calle.
Los más afectados, sostiene, son los integrantes de las brigadas universitarias de auxilio médico popularmente conocidos como “Cruz Verde”, pero no las únicas. Un caso emblemático fue el de Carlos Julio Velasco, un jovencito de apenas 18 años que fue detenido mientras auxiliaba a un señor que estaba siendo asfixiado por gases de bombas lacrimógenas en Altamira, Miranda. “Y sigue preso”.
No pudo asistir a su acto de graduación de bachiller por estar detenido y, según su padre, “aún sueña con ser rescatista profesional”. Como muchos, mantiene la esperanza de un cambio en Venezuela, donde los presos no sean utilizados como una mera herramienta de negociación.
Tampoco hay distinción por tendencia política, pues en el Foro Penal Venezolano figuran innumerables casos de oficialistas que han sido recluidos y reciben la asistencia gratuita de los abogados del organismo.
Además de las cifras de presos y detenidos, 6.983 venezolanos siguen sometidos a procesos penales bajo condenas cautelares y otros bajo arresto domiciliario. Los estados con mayor número de casos son Zulia, Aragua y Distrito Capital.
Reciclaje de secuestros
El abogado insiste en que se debe considerar el particular contexto criollo y también hacer una lectura de lo que muestran las tendencias y no solamente las cifras, porque el gobierno de Nicolás Maduro “hace siempre un ‘reciclaje’ de una persona que intercambia por otra, lo que no quiere decir que el efecto o la intimidación que produce la persecución política disminuya; de hecho, pasa lo contrario: más bien aumenta”.
En ese aspecto, reitera: “No hay que considerar sólo lo que hay hoy, sino lo que ha habido a lo largo de estos años, durante los cuales la persecución y la intimidación lejos de disminuir siguen en ascenso”.
También advirtió que si bien las detenciones aumentan de forma directamente proporcional al número de protestas, nunca han cesado. Y dijo que es un tema en el cual coinciden ampliamente con la Iglesia católica, pues la Santa Sede mantiene activo interés en intervenir para garantizar los cada vez más violados derechos humanos en la nación sudamericana.
Hoy celebramos a...