En su último día de trabajo un empleado de Twitter decide eliminar la cuenta del Presidente de EEUU
Lo impensable ha ocurrido en Twitter. Trump, durante un tiempo quedó silenciado. No fue mucho tiempo, sólo un breve periodo de tiempo. El que tardó Twitter en darse cuenta de lo que estaba realizando un empleado suyo en su último día de trabajo.
La noticia está dando la vuelta al mundo. Silenciar a Donald Trump en las Redes Sociales es algo que algunos se han tomado como cómico y han catalogado al empleado de “héroe”. “Lo siento, esa página no existe”. Durante aproximadamente una hora, la esfera de Twitter bromeó sobre el escaso tiempo de la historia sin @realDonaldTrump.
Otros, más serios, en sus análisis plantean el peligro de la seguridad de la cuenta del Presidente de EEUU y alertan sobre una herramienta que el Presidente utiliza de manera política poniéndose en contacto con sus votantes y contestando a sus adversarios. ¿Puede una persona silenciar al Presidente de EEUU? Incluso se puede ir más allá. ¿Puede Twitter o un empleado suplantar la identidad de un usuario o eliminar su cuenta de manera arbitraria? El empleado sería un villano.
La noticia tiene muchos interrogantes sobre la Seguridad Nacional en EEUU y plantea cuestiones como quien debe tener acceso a la cuenta de Donald Trump y puede llegar a eliminar, manipular o publicar mensajes en su nombre.
Otro de los interrogantes es si un empleado en su último día de trabajo puede realizar algo así en su empresa. Tras una investigación preliminar Twitter así lo ha mostrado afirmando que la cuenta fue desconectada “por un empleado de soporte al cliente de Twitter que hizo esto el último día de trabajo”.
Filias y fobias a parte hacia Donald Trump y su política en las Redes Sociales. ¿Puede una empresa (Twitter) o un empleado decidir silenciar su voz? ¿Puede alguien tomarse la justicia por su mano en su último día de trabajo? De momento Twitter no ofrecerá más información sobre el empleado y su actuación y están en contacto con la Casa Blanca para que algo así no pueda volver a suceder.
Son muchas las reflexiones serias que una aparente broma de un trabajador de Twitter pueden propiciar. Veremos si se implementan medidas adicionales de seguridad y en qué queda el pequeño “apagón” de Donald Trump en las Redes Sociales.