Francisco (nombre ficticio creado por la Corte Constitucional para proteger su identidad) es el protagonista de un tema que se transformó en tema de conversación por estas horas en Colombia y que tiene que ver con la eutanasia.
El 6 de octubre de 2016 los padres de este adolescente de 13 años, con parálisis cerebral severa, presentaron una acción de tutela contra SALUD EPS (Entidades Promotoras de Salud) para que se le aplicara la eutanasia a su hijo.
Francisco constantemente “desarrolla enfermedades que hacen cada día más difícil su existencia, provocando gran sufrimiento”[4] y presenta “sofocamiento por falta de oxígeno, de día y de noche, y bajo nuestro sistema de seguridad social los tratamientos además de tardíos son ineficaces”, destaca la Corte Constitucional en la exposición de antecedentes.
Sin embargo, en espera de la respuesta, el menor murió, pero su caso fue estudiado por la Corte Constitucional y fue el motivo por el cual en las últimas horas determinara que los menores también puedan acceder a la eutanasia o “muerte digna”.
Para ello este organismo judicial colombiano emplazó al Ministerio de Salud para que en cuatro meses presente una nueva reglamentación sobre el derecho fundamental “de la muerte digna de menores de edad”, reproduce El País.
A la hora del fallo, la Corte señaló que existe “vacío normativo” (la eutanasia en Colombia está reglamentada para mayores de edad) al respecto para evitar “que menores de edad sean víctimas de un trato cruel e inhumano, cuando las EPS les nieguen su derecho a morir dignamente”, prosigue ese medio.
Al mismo tiempo, la Corte especificó algunos requisitos como que “el paciente debe encontrarse en fase terminal, que haya expresado consentimiento de manera libre e inequívoca por parte de los menores cuando su desarrollo se lo permita. Y, si los menores de edad no pueden hacerlo, se evaluará el consentimiento sustituto de una manera estricta”.
El debate vuelve a instalarse en Colombia, pues ya estuvo presente cuando en 2015 se reglamentó en adultos terminales. En aquel momento la Iglesia colombiana fue enfática al afirmar que no se está ante un derecho fundamental y que la “eutanasia directa, constituye un grave atentado contra la dignidad del enfermo”. Ahora, el tema vuelve a focalizarse, pero con la situación de los menores. Al respecto, los obispos también se pronunciaron al reiterar que la decisión de la Corte es “una grave violación a la dignidad de las personas”.
“Encontramos que el propósito de la reglamentación ordenada por la Corte va en contra vía del principio constitucional de defensa de la vida (artículo 11) y abre las puertas para que la sociedad llegue a legitimar la supresión de algunas personas y la negación de los más débiles y necesitados”, afirman. Leer comunicado completo.
Durante el mes de septiembre, otro Francisco fue tema de conversación en Colombia. En este caso nada más ni nada menos que el Papa. Durante su visita un caso generó conmoción y también estuvo vinculado a la eutanasia. En esa oportunidad la protagonista se llama Consuelo, una mujer que en 2001 sufrió un ataque con ácido y quedó con heridas muy complejas. Ella, quien estaba decidida a avanzar con la eutanasia quiso acercarse a Francisco para que le diera su bendición y consentimiento. Sin embargo, luego del abrazo más emotivo del Papa en Colombia y unas breves palabras, ella desistió y volvió a encontrarle un sentido a su vida.
Salvando las distancias y las diferencias, el tema de la eutanasia, ya no solo vinculado a un caso particular, siempre será un tema de preocupación y que merece acompañamiento y consejo, más cuando en el medio están los más vulnerables: los menores de edad.
Pero a pesar de una postura firme y contraria con respecto a los avances en la legalización de la eutanasia, recemos por la familia de Francisco y por todos los que tienen que atravesar, al igual que Consuelo, por esta situación de discernimiento cargada de drama y dolor.
Con información de Corte Constitucional y medios colombianos
Hoy celebramos a...