Estas modas están instaladas en los restaurantes ya desde hace algunos años. En principio este tipo de comidas están enfocadas para realizar durante los fines de semana, pero poco a poco se han ido extendiendo y hoy en día muchos las realizan a diario.
El brunch surge de la unión de dos palabras del inglés, breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo). Consiste por lo tanto en una comida fuerte que se realiza entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
En esta comida se mezclan alimentos de ambos tiempos. Por ejemplo, se toma una alimentación propia del desayuno (café, té, jugo de naranja, fruta fresca, tostadas con manteca, miel y mermelada, cereales, yogures, quesos, fiambres, bollos…) junto con una propia del almuerzo (carnes y pescados ahumados, ensaladas, bruschetas, sopas, brownies, quichés, tartas, cupcakes...) Además, los brunchs suelen también incluir huevos (revueltos, fritos, pochés (escalfados), en omelette (tortillas) y bebidas alcohólicas como vino, champagne, cócteles (como Bellini, Bloody Mary o Mimosa, entre otros).
Otra propuesta muy similar es lo que conocemos como merienda-cena o lo que en inglés llaman el teanner pues combina está vez las palabras tea y dinner (té+cena). Se sirve entre las 4 y las 8 de la tarde. Es una tendencia alimentaria que surgió en Nueva York, pero que está cobrando cada vez más fuerza en Europa y se está instando en América Latina.
¿Son sanos?
En el brunch o en el teanner el inconveniente no es solo el horario, sino también la excesiva cantidad y calidad de los alimentos. A pesar de que sabemos que debemos hacer un desayuno bien completo, equilibrado y variado, en estos casos se trata de propuestas alimentarias demasiado calóricas.
Además en ellas no se presta atención a las cantidades ingeridasni se mastican bien los alimentos porque este tipo de comidas se realizan sobretodo en eventos sociales donde solemos estar muy distraídos conversando.
También pueden causarnos algún problema de salud como, por ejemplo, el aumento del colesterol y de grasas y azúcares en sangre… Precisamente también, ante el excesivo aporte de calorías, el páncreas comienza a liberar insulina de más haciendo que las glándulas funcionen de una manera inapropiada.
¿Entonces, será mejor no desayunar nada?
No. No realizar el desayuno es peor para el organismo pues provocar picotear a lo largo de todo el día y, a pesar de eso, la sensación de hambre no desaparece. Incluso podemos llegar a afirmar que esta mala costumbre de no desayunar puede llevarnos a la obesidad.
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¿Entonces, mejor no preparar un brunch?
No. Con lo que les acabo de comentar no pretende hacerles descartar el brunch o teanner por completo. Simplemente quiero comentarles que es importante que se realice esporádicamente, que no se practique a diario o muy frecuentemente.
También indicarles ciertas estrategias que podéis desarrollar para que estas comidas sean menos calóricas y un poco más saludables
- Las preparaciones fritas, siempre con aceite de oliva extra virgen.
- El huevo, mejor poché.
- Incluir vegetales a la plancha.
- Elegir un yogur natural, descremado y muesli en lugar de cereales.
- El pan, integral.
- Los jugos, recién exprimidos. (Los de caja concentran gran cantidad de azúcares)
- Tomar porciones equilibradas y ajustadas a cada persona.
Y para finalizar, el mejor consejo: realizar a diario las clásicas 4 comidas ( desayuno, almuerzo, merienda y cena). Es lo más sano para nuestro organismo. Comidas variadas equilibradas y de calidad. El brunch y el teanner, déjenlas para alguna ocasión especial.
Hoy celebramos a...