El p. Mauro Armanino, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA), trabaja en Níger. En una entrevista concedida a la Agencia Fides explica su sueño: «Una iglesia fronteriza, pero sin fronteras, este es el desafío que Francisco nos lanza. Él, que ha venido desde el fin del mundo, el primer Papa migrante en la historia reciente de la Iglesia”.
“Aquí, en Níger, las fronteras se han vuelto explosivas. De hecho, si se observan e cerca, se puede notar que son objeto de comercio humanitario”, explica el misionero.
Ante este drama y buscando esperanza escogemos esta fotografía. Una bella imagen de niños en la frontera de Darfur con Sudán. Ellos simplemente…juegan. Ojalá pudiéramos como dice el Papa Francisco: «salir de los confines de las naciones … de la clausura autorreferencial en la seguridad de los propios confines». Ojalá pudiéramos todos volvernos niños.