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Harvey Weinstein, una leyenda maldita

WEINSTEIN

Shutterstock/Lev radin

Ramón Monedero - publicado el 23/10/17

Ahora que se puede dar por finiquitada la carrera de este productor parece que es la hora de hacerse la gran pregunta ¿Quién era Harvey Weinstein?

Harvey Weinstein comenzó a producir junto a su hermano Bob conciertos de música de donde sacó el dinero suficiente como para distribuir películas en Estados Unidos. Comenzaron con aquellas producciones que nadie pensaba que pudieran triunfar en América, el cine independiente. Lo que hoy se conoce como películas indie y que prácticamente son un género en sí mismas, a finales de los 80 eran una anomalía que nadie sabía exactamente cómo clasificar y que en esencia eran menospreciadas por el resto de la industria.

Harvey Weinstein haría que todo esto cambiara. En 1989 el productor daría el campanazo con Sexo, mentiras y cintas de vídeo, un título que ha debido de confundir a más de uno y que fue la ópera prima de Steven Shoderberg, ahora reconocido director de películas como Ocean´s Eleven.

A esta le siguieron Mi Pie izquierdo (1989), Esperando a Mr. Bridge (1990), Delicatessen (1991), Reservoir Dogs (1992), Como agua para chocolate (1992), El piano (1993), Clerks (1994), Pulp Fiction (1994), El cartero y Pablo Neruda (1994), Trainspotting (1996) y El paciente inglés (1996) entre otras muchas.

Muy pronto Weinstein se ganó la fama de tirano y déspota. Todavía no se hablaba de sexo, pero Hollywood ya tenía claro que se trataba de que no era trigo limpio.

Cuenta la leyenda que durante el rodaje de Mimic, a los Weinstein no les gustó un pelo lo que estaba rodando el director Guillermo del Toro, de modo que decidieron despedirlo. Se sentaron con él y le dijeron que estaba fuera de la película y que debía de comunicárselo a la estrella de la cinta, Mira Sorvino.

Sin embargo Sorvino se olió algo raro cuando Del Toro se le puso delante para decirle que se veía incapaz de seguir adelante con la película, y sin pensárselo dos veces, puso de vuelta y media a Weinstein, porque sabía que él estaba detrás de aquel imprevisto abandono. Sorvino estaba saliendo por aquella época con Quentin Tarantino, la gallina de los huevos de oro de los Weinstein, y eso salvó a la actriz y al mismísimo Guillermo del Toro.

Enseguida se corrió la voz por Hollywood de que Harvey Weinstein era algo más que un productor, y que metía la mano en sus películas más allá de lo deseable. De hecho, a Harvey Weinstein se le empezó a conocer como Harvey Manostijeras por su tendencia a recortar y remontar las películas que producía o distribuía.

Shyamalan, que rodó para él la emotiva historia de un niño que va en busca de Dios para comprobar si su abuelo recientemente fallecido está bien, fue tan adulterada por Weinstein que literalmente le quitó la película a su director. Dicen incluso que llegó a las manos con Martin Scorsese durante la producción de Gans of New York. Y que inventó cómo vender una película en Hollywood, aunque se tratara de un título mediocre.

Nadie en su sano juicio le habría dado un Oscar a la mejor película a Shakespeare in Love, y Harvey Weinstein lo consiguió. Y nadie en sus cabales le habría dado un Oscar a Penélope Cruz por su interpretación en Vicky Cristina Barcelona, no porque sea mala actriz sino porque aquel no fue el papel de su vida. Weinstein produjo buenas películas, eso es cierto pero su fuerte era venderlas utilizando las intrigas de fondo.

Miramax, la productora propiedad de los Weinstein, se hizo tan poderosa que Disney se interesó por ella, pero Harvey no calculó bien. Miramax, nombre salido de la fusión de los nombres de los padres de Harvey, Miriam y Max, fue comprada por los estudios del ratón Mickey, y Harvey y Bob se quedaron en la calle teniendo que refundar unos nuevos estudios, The Weinstein Company.

Sin embargo, tras el reciente escándalo sexual, su propio hermano ha terminado echándolo también de la empresa que él mismo fundó. Ya nadie lo quiere a su lado, ni si quiera Quentin Tarantino que siempre lo defendió y que ahora ha admitido que sabía lo suficiente sobre Harvey Weinstein como para haber hecho algo y que no lo hizo.

Harvey Wesinten salió de la nada y levantó su propio imperio. Tocó la gloria del éxito y se codeó con los mitos y las leyendas de Hollywood. Ahora en cambio no es más que un maldito.

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