El Papa Francisco realizó hoy un gesto simbólico; regaló a la sede de la FAO una estatua en mármol que representa a Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado en la playa de Bodrum en Turquía en octubre de 2015.
Un ángel está al lado de Aylan y pone la mano sobre su pequeño cuerpecito inerte. El rostro del ser alado mira al cielo con dolor y clama justicia en silencio.
Se trata de una imagen fuerte del símbolo de la tragedia de la migración forzada. La obra en mármol blanco de Carrara, que pesa 900 kilos, hecha a forma de elipse, larga 1,77 metros y por 1,20 metros y alta 0, 77 metros, había sido donada al Pontífice por el artista italiano, Luigi Prevdel.
Foto: Alberto Pizzoli / AFP
Hoy celebramos a...
