El papa Francisco invitó a seguir el nuevo mandamiento que Jesús ha dejado a sus discípulos en la Última Cena y que está también relacionado con el amor a la creación, al prójimo y posiblemente sea la respuesta a la crisis ecológica actual.
“El don de la vida y el don de la creación provienen del amor de Dios por la humanidad; más aún, a través de estos dones Dios nos ofrece su amor. Y en la medida en que nos abrimos y lo acogemos, podemos convertirnos a nuestra vez en don de amor para nuestros hermanos”, sostuvo el Papa.
Lo dijo este lunes 2 octubre de 2017 en la Sala Clementina, en la audiencia a los participantes en la reunión organizada por el Instituto Italiano de Donación, organización que certifica a los entes del tercer sector del trabajo social y caritativo en Italia y con motivo de la Jornada del Don 2017, celebrada en el ‘bel paese’ este 5 de octubre.
El Pontífice explicó que este dono de amor fue recordado por Jesús “durante la Última Cena cuando dejó a sus discípulos el “nuevo mandamiento” del amor”.
“Sabiendo- continuó- que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, la hora de su Pascua de muerte y resurrección, se despide de los Apóstoles con la entrega del amor, como si fuera un testamento.
Y dice: ‘Les doy un mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros. Como yo les he amado, amen también los unos a los otros (Jn 13, 34)’.
¿Cuál es la novedad de mandamiento?
La novedad responde el Papa está en “su entrega” y que reside “en el hecho de que no se trata de cualquier amor, sino del amor de Jesús mismo, que dio su vida por nosotros”.
“Un amor que se traduce en servicio a los demás: Efectivamente, poco antes Jesús había lavado sus pies a sus discípulos. Un amor que sabe abajarse, que rechaza toda forma de violencia, respeta la libertad, promueve la dignidad, rechaza cualquier discriminación”.
¡Así se construye la civilización del amor!
Un amor desarmado, “que se revela más fuerte que el odio. Esta es la regla del amor para aquellos que quieren seguir a Jesús: dejarse aferrar por Él, amar con El, modelar nuestras acciones según su infinita generosidad”.
El día del don, en Italia, se celebra el 4 de octubre. Por ello, Francisco se refirió a aquellos regalos que pueden ser “interesados” y no gratuitos. Así, evaluó que el Evangelio ofrece un don único.
“Todo el mundo, especialmente los niños y los jóvenes, están llamados a hacer la maravillosa experiencia del don. Es una experiencia educativa, que hace crecer humana y espiritualmente, abriendo la mente y el corazón a los amplios espacios de la fraternidad y la compartición”, destacó.
La crisis ecológica
El Obispo de Roma también destacó que frente a la “crisis ecológica que estamos viviendo, la perspectiva del don recibido y que se entregará a los que vienen después de nosotros es un motivo de esfuerzo y de esperanza”.
“El don de la vida y el don de lo creación provienen del amor de Dios por la humanidad; más aún, a través de estos dones Dios nos ofrece su amor”.
Por estas razones, la Jornada del Don confirmó que “es una gran oportunidad en primer lugar para los jóvenes: para que puedan descubrir que el don es una parte de nosotros que se regala gratuitamente al otro, no para perderla, sino para aumentar su valor”.
Donar – prosiguió – “nos hace sentirnos más felices tanto a nosotros como a los demás; donando, se creando vínculos y relaciones que fortalecen la esperanza en un mundo mejor”.
El Papa animó a los jóvenes a continuar su camino con alegría. “Sean hombres y mujeres, chicos y chicas defensores de la vida, custodios de la creación, testigo del amor donado que genera frutos de bien para la colectividad”.
Francisco desde el inicio de su pontificado (2013), ha manifestado la necesidad de volver a lo esencial de la vida cristiana y, en este sentido, participar en la obra de Dios, cuidando de la creación.
En su segunda encíclica social, firmada el 24 de mayo de 2015, envía un mensaje a los líderes del mundo y a toda la población mundial para combatir “la degradación ambiental y el cambio climático”.
Hoy celebramos a...