El dato inicial difundido a través de un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace algunas horas es más que alentador, pues confirma que la esperanza de vida en las Américas aumentó. Precisamente, “ahora una persona que nace en el continente puede aspirar a vivir hasta los 75 años, casi 5 años más que el promedio mundial”, indica la OPS.
Al mismo tiempo, el informe Salud en las Américas +2017 deja entrever varios desafíos que siguen golpeando al continente como las enfermedades emergentes y las no transmisibles, que causan cuatro de cada cinco muertes anuales. Es que el continente en su conjunto no deja de ser una de las regiones con mayores desigualdades del mundo.
“Debemos tomar medidas urgentes para combatir las inequidades y que todas las personas en las Américas tengan acceso a los servicios de salud que necesitan y a las condiciones que determinen una buena salud, como el acceso al agua potable, a la educación y a una vivienda digna”, expresó la directora de la OPS/OMS, Carissa F. Etienne.
Entre las enfermedades que se sitúan como las principales causas de muertes en la región se encuentran las cardiovasculares, las respiratorias crónicas, el cáncer y la diabetes, algo que de momento no está previsto que disminuya.
Pero otro de los factores que han colaborado al surgimiento infecciosas emergentes como el zika y chikungunya, han sido los cambios en el ambiente, los estilos de vida y los desplazamientos de poblaciones, prosigue el informe.
A esto se suma las amenazas asociadas a los desastres naturales como sismos y huracanes, tan latentes en nuestras retinas a raíz de los hechos noticiosos de los últimos días en países como México y otros de Caribe. Tan solo entre 2010 y 2016 “la región enfrentó 682 desastres”, recuerda la OPS.