La OMS analizará a través de un estudio científico las propiedades de un cultivo no exento de polémicas “La coca siempre ha sido parte de nuestra vida, y nunca habíamos tenido problemas hasta que aparecieron los narcotraficantes y la convirtieron en cocaína”
Con estas palabras se refería Jorge Chambi, un vendedor callejero de bolsitas de coca de la zona de Oruro, Bolivia, en declaraciones a la prensa internacional.
Es que para Jorge la coca forma parte de su vida, su rutina y hasta de sus dolencias. En lugares de gran altitud como la altura de La Paz, el masticar hoja de coca o tomarla como infusión es los más habitual del mundo, además de ser una planta muy utilizada en los ritos acestrales de los pueblos originarios como los aymara, entre otros.
Algo similar piensan y sienten los productores de coca de Bolivia, quienes ven en este cultivo “un maravilloso regalo” debido a que “es un estimulante como el café, pero con muchas vitaminas y minerales”.
Bolivia es uno de los principales productores mundiales de coca, al igual que otros países de la región como Colombia y Perú.
Pero desde hace años la hoja de coca ha sido un cultivo estigmatizado por su pronta asociación con la cocaína, una de las drogas que ha favorecido la expansión de las redes de narcotráfico que han tenido y tienen en vilo a América Latina desde hace décadas.
Sin embargo, el cultivo de esta hoja es milenario y “limpiar su imagen” se ha transformado en uno de los principales “caballitos de batalla” del presidente Evo Morales en Bolivia (entre otras cosas por su fuerte vínculo con este cultivo debido a su origen tanto indígena como cocalero).
Por ejemplo, en 2016, durante una visita al Vaticano, Morales le obsequió al papa Francisco algunos libros sobre los beneficios de la hoja de coca, además de defender su uso.
En manos de la OMS
En los últimos días trascendió, en palabras del canciller boliviano Fernando Huanacuni, que Morales se encontró con el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, en el marco de la reunión de la Asamblea de Naciones Unidas en Nueva York. El objetivo: la puesta en marcha de una investigación científica sobre las cualidades de la coca.
Sostuve una reunión con Director General de la OMS, Tedros Adhanom y tratamos dos temas importantes: salud pública y la hoja de coca. pic.twitter.com/AAiHCsKqj3
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) September 18, 2017
“La Organización Mundial de la Salud va a llevar adelante un estudio sobre la hoja de coca. Descubrir las facetas de beneficio de la hoja de coca a un nivel científico muy alto va a ser importante para Bolivia y para los países de la parte andina”, señaló el canciller a los medios.
“Este es un compromiso que va a cambiar el conocimiento del mundo sobre la hoja de coca. Bolivia conoce los beneficios tan amplios de la hoja de coca y ahora queremos que el mundo los conozca“, agregó.
Para muchas familias bolivianas este cultivo realmente es inofensivo y representa el sustento diario. Esto no quita que también merezca la atención y el control correspondiente todo lo que se pueda hacer de forma alternativa con la hoja de coca y que a la postre termine perjudicando la vida de millones de personas.
Es por todo esto que la intervención de la ciencia será importante para dar cuenta de los beneficios naturales que tanto se defienden, así también como los “factores alimenticios”, como dio cuenta el canciller boliviano.
Por ende, algo positivo para lograr posicionar a un cultivo estigmatizado lejos del narcotráfico, tema que los propios obispos bolivianos han puesto sobre la mesa una y otra vez advirtiendo de las consecuencias negativas de su avance.