¿Cómo podemos aprovechar mejor el agua de lluvia? La FAO lanza iniciativa que beneficia a miles de personas en el continente “Antes, mi madre sólo podía comprar dos botellas de agua para toda la familia. No teníamos agua suficiente. Ahora las cosas están mucho mejor en nuestra casa y en la escuela”.
Estas palabras, que reproduce la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pertenecen a Solangelie, una joven estudiante de la escuela denominada El Esfuerzo en la isla San Andrés, Colombia.
Precisamente, es en esa zona colombiana donde la FAO trabaja en una iniciativa que énfasis en el tema del agua potable, un recurso para muchos aún escaso en varios lugares de América Latina y el Caribe.
En el caso de esta isla colombiana, el proyecto tiene que ver con lograr convertir el agua de lluvia, esa que sería desaprovechada de no ser por este trabajo, y “en agua potable e inocua” para los escolares de la zona, además de extenderse a otras comunidades indígenas que viven en una situación de vulnerabilidad en la Amazonia colombiana.
Al mismo tiempo representa una gran oportunidad para tener el recurso durante las épocas de sequía, aspecto que también suele golpear con fuerza a la región.
En el caso de esta zona tan importante para el planeta, prosigue la FAO, las personas estaban bebiendo agua de lluvia, pero sin purificar, por ende, susceptibles a contraer diversas enfermedades.
Sin embargo, no bastan grandes esfuerzos económicos para empezar a darle soluciones a estas personas. Así lo dejó de manifiesto el coordinador colombiano de este programa que lleva por nombre Mesoamérica sin hambre, Marcos Rodríguez.
“Con un mínimo de inversión económica, podemos garantizar el acceso al agua potable y mejorar la calidad de vida de las comunidades vulnerables. El acceso al agua es un derecho humano”, expresó.
Esta planta de tratamiento de agua ubicada en la escuela El Esfuerzo los niños pueden acceder al agua potable y sus familias comprarla por un precio mucho menor al acostumbrado debido a que los costos también son menores.
La iniciativa de la FAO, que busca hacer más accesible el acceso al agua potable a personas vulnerables en varios países de América Latina y el Caribe, es un proyecto en conjunto con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID). Ya está en marcha en países como Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Panamá. Pero también hay iniciativas para favorecer a otros países como Bolivia y República Dominicana en cuanto al mejor aprovechamiento del agua de lluvia.
En definitiva, gracias a estos emprendimientos, cada gota de agua caída del cielo termina redundando en un oasis de esperanza para miles en América Latina y el Caribe.