Después del hygge, descubre el concepto sueco que nos enseña a satisfacernos con lo que ya tenemos. ¡Ni más ni menos!En 2016, la noción escandinava de “hygge” impactó al mundo. Todo el mundo intentó apropiarse de este concepto danés que define la comodidad y la intimidad. Pero a partir de 2017 es el término sueco ‘lagom’ (pronunciado ‘logom’) el que deja huella. La palabra no tiene traducción directa, aunque gira en torno a la idea de ‘la medida justa’ o ‘lo moderado’. Según una revista en línea epónima, “el lagom evoca la idea de tener la cantidad justa de alguna cosa: ni poco, ni demasiado”.
Pero el lagom no tiene que ver con el cuento infantil de Rizitos de Oro en el que la niña prueba tres camas antes de encontrar la perfecta para ella. Digamos que el lagom permite encontrar la satisfacción y el equilibrio con aquello que ya se tiene. En el trabajo, en la casa o con los bienes, el concepto sueco encarna una especie de respeto silencioso hacia los elementos de nuestra vida.
El escritor Danny Robins, casado con una sueca, explica: “Creo que el lagom tiene su propio encanto. Me alegra que todavía exista en el mundo actual, y me sorprende la forma en que se arraiga en las costumbres suecas. Las calles suecas no están sucias, no porque los suecos teman las multas, sino porque piensan que dejar su basura en el suelo haría la calle menos agradable para los demás. Mi calle en Londres es desagradable y está llena de caca de perro porque la gente no se molesta en mantenerlas limpias”.
Así que, sumarnos al concepto de la lagom podría significar, para muchos de nosotros, todo un esfuerzo, especialmente por consumir menos y conformarnos con lo que ya tenemos. Esto podría significar reducir nuestro armario o incluso reparar algún pequeño dispositivo roto en lugar de reemplazarlo inmediatamente…
Puede que no sea fácil, pero estar feliz de tener “lo suficiente” puede traer beneficios duraderos para ti y tu familia, porque conlleva eso que todos buscamos constantemente: la satisfacción.
Aquí hay tres maneras de hacer entrar el lagom en tu vida.
Limita tu consumo de medios de comunicación
No hablamos de ensayos que te hagan reflexionar o de auténticas noticias de actualidad. Nos referimos a la marea incesante de estrategias de publicidad y de la promoción idealista que se desliza en el flujo de televisión y redes sociales. Un flujo que alimenta la idea en tu mente de que demasiado nunca es suficiente, que asegura que serás feliz solamente por tener un coche nuevo, un cuerpo perfecto, una casa bonita, un trabajo de ensueño y el pelo de una celebridad…
Sin embargo, la mayoría sabemos que la realidad es muy diferente. Uno tras otro, los famosos que “lo tienen todo” (dinero, carrera, fama) son víctimas de la depresión, de las drogas y a veces incluso del suicidio. Comprar más de lo que se necesita no es la solución para sentirse mejor. Como CS Lewis dijera una vez: “Si encuentro dentro de mí un deseo que ninguna experiencia en este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo”.
Para encontrar una satisfacción verdadera y perdurable, debemos mirar fuera de nosotros mismos y de nuestro mundo, y si eres creyente, hacia a Aquel que nos ha creado y que nos ama. Y buscar una relación con Dios a menudo implica momentos de silencio y reflexión.
Así que, aunque sea solamente una semana, apaga las notificaciones de tus redes sociales en tu teléfono y ordenador. Resiste la tentación de consultar las últimas noticias y correos electrónicos durante un día entero. Y no compres revistas que prometan “muslos delgados, una casa más limpia y más de 100 trucos para adelgazar”, al menos hasta el mes que viene. Deja que tu cerebro (y tu alma) descanse y comprueba cómo te sientes al final de la experiencia.
Mantén un diario de agradecimientos
Escribo un diario de agradecimientos desde hace años. Cada día intento anotar dos o tres cosas (pequeñas, grandes o medianas) por las que estoy agradecida, generalmente después de despertarme o antes de acostarme. Esta práctica espiritual no es difícil ni lleva mucho tiempo, pero supone una gran diferencia para mi actitud. ¿Y adivina qué? Cuando olvido hablar de mis bendiciones, me encuentro cada vez más codiciosa, impaciente y descontenta.
Otra ventaja que encuentras al mantener un diario de bendiciones es un mejor descanso: “Escribir un diario de gratitud mejora el sueño, según un estudio de 2011 publicado en Applied Psychology : Health and Well-Being. Dedique solamente 15 minutos a anotar sus sentimientos de agradecimiento antes de acostarse y podrá dormir mejor y por más tiempo”.
No sé tú, pero cuando estoy más descansada, me siento más contenta.
Con el lagom, plantéate las preguntas adecuadas
En un reflexivo artículo de Psychology Today, el doctor Jaime L. Kurtz escribió: “Para tener una vida más feliz y más equilibrada, empieza por preguntarte: ‘¿esto es lagom?’. Pregúntatelo cuando mires en dentro de tu rebosante armario o cuando reflexiones sobre tu relación con tu trabajo. Pregúntatelo cuando tengas una gran porción de comida delante de ti o cuando te plantees comerte una segunda tarrina de helado. Pregúntatelo sobre tu vida en general. Entre las preguntas más recurrentes de nuestra vida, como ‘¿soy feliz?’ y ‘¿puedo mejorar?’, añade estas preguntas mucho más razonables: ‘¿estoy satisfecho?’ o ‘¿es esto suficientemente bueno?’”.
Si buscas el lagom, recuerda que no se trata de conseguir la perfección. Es más bien moderación y equilibrio. Serás feliz cuando estés contento con quien eres, ni más ni menos. Estarás orgulloso de tener aquello que no puede ser comprado.