¿Cómo puede el terror seducir a una bailarina de ballet? ¿Qué vacío escondía su alma para pensar que la armonía o la belleza se podría alcanzar a costa de la violencia?
Tenía 27 años cuando decide dejarlo todo, y cuidar las espaldas del líder de un nuevo sendero, que dejó 69.280 peruanos muertos, (según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación) en un país convulsionado por la violencia, en la década de los 80.
Natural del distrito de Bellavista del primer puerto del Perú, Maritza Garrido Lecca soñaba con ser profesora de educación inicial. Sin embargo, terminó como celadora del mayor criminal que tuvo el país en su historia republicana, Abimael Guzmán Reynoso, quien intentó propugnar la teoría Marxista- Leninista-Maoista, en tierras peruanas, pero que en el camino radicalizó estas ideas con la matanza genocida.
Al cumplirse 25 años de su condena el último 11 de setiembre salió en libertad, sin la más mínima intención de arrepentimiento. ¿Puede el amor por el arte, llevar a una mujer a tomar esta decisión? Tras la bailarina se ocultaba uno de los cabecillas más sanguinarios y su cúpula del terror, que engendró el Perú entre los años 1980 a 1992. Sendero Luminoso libraba una batalla armada con el estado peruano.
Danzar en libertad
Casi un cuarto de siglo lo pasó tras las rejas. Primero en los calabozos de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (DINCOTE), luego a 5.000 metros sobre el nivel del mar, en el penal de Yanamayo en Puno, en Socabaya Arequipa y finalmente en el establecimiento penitenciario Santa Mónica en Lima.
Condenada a cadena perpetua inicialmente, aún en prisión halló la libertad al danzar. La danza fue su mejor compañera. Sin embargo, ahora que esta fuera de prisión, debe vivir en el encierro cautiva de sus propias pasiones.
En cada uno de los penales hizo gala de sus dotes para la danza. Ponía a bailar a todos. En 2005 tras un nuevo proceso la sala penal antiterrorismo la sentenció a 20 años de prisión, por haber ocultado en su casa al cabecilla de Sendero Luminoso. Al año siguiente le dieron 5 años más. En todo este tiempo, danzó y danzó. La danza fue su única forma de volar.
En 2007 escribió su libro “Libertad de danzar”. La niña bien, integrante del grupo guerrillero, estudio en el colegio Sophianum de una zona residencial de Lima. La quinta de cinco hermanos continuó sus estudios en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ahora que recuperó su libertad, aún no ha decidido el camino que tomará su vida: si el de un nuevo sendero, o el que puede encontrar tras los pasos del ballet, según comentó a la televisión peruana.
Recuperar la memoria
Chuschi, poblado de Ayacucho fue atacado por el grupo guerrillero Sendero Luminoso en 1981 al quemar actas electorales. Lucanamarca fue mudo testigo de la matanza de 69 comuneros. En Soras, ya en 1984 mataron a 117 campesinos. En la ciudad de Lima en 1992 María Elena Mollano, dirigente comunal fue asesinada y luego dinamitaron su cuerpo. En Lima, un coche bomba estalló en un condominio de la calle Tarata del distrito de Miraflores y acabó con la vida de 25 personas.
Vanessa Quiroga, niña símbolo del cruento atentando en la ciudad, perdió una pierna. Ahora vive preocupada en hacer oír su voz para que los jóvenes no escuchen a los movimientos radicales, quienes siguen ganando espacio, en la sociedad peruana que parece estar adormecida.
“Terrorismo nunca más” es el nombre de un programa que el Congreso de la República lleva adelante, Vanessa compartirá su experiencia en colegios y universidades sobre el accionar terrorista en el Perú.
Coches bombas, asesinatos, genocidios, apagones, destrucción de torres de alta tensión. Caos, muerte y destrucción. Sin memoria cientos de jóvenes corren el riesgo de subyugarse ante las secuelas del camino del terror que azotó tierras peruanas. En adelante continuará la excarcelación de sentenciados por terrorismo hasta el 2021.
Mientras las autoridades competentes preparan nuevas normativas para los terroristas liberados, ministros de Estado y congresistas mostraron su indignación por la liberación de terroristas que no han cumplido con el pago de la reparación civil que exige el estado peruano.
Hoy celebramos a...