Con una altura de dos pisos, esta construcción situada en la cima del monte Sion es uno de los lugares más enigmáticos de Jerusalén. El asunto de los trabajos arqueológicos. El edificio se encuentra justo fuera de los muros de la ciudad vieja, en el lado sur de Jerusalén. Este tradicionalmente llamado “Cenáculo” –del latín coenaculum, cenador o “lugar donde se cena”–, ha sufrido a lo largo de diferentes épocas numerosos daños, naturales o infligidos por el hombre, ya fuera en tiempos del Segundo Templo, del Imperio Otomano, en la época bizantina o en la Edad Media. El edificio ha sido, a lo largo del tiempo, tanto una iglesia como una sinagoga y una mezquita.
Este edificio tiene una doble historia que corresponde a los dos pisos. Basándonos en la tradición –al menos desde inicios de la Edad Media–, el piso inferior albergó la tumba del rey David, mientras que el piso superior habría sido el lugar donde tuvo lugar la Última Cena, la última comida que Jesús compartió con sus discípulos. Sorprendentemente, estas dos afirmaciones no han sido realmente estudiadas por arqueólogos hasta un periodo reciente.
En un artículo publicado en la Biblical Archaeology Review, David Christian Clausen, profesor asociado del departamento de Estudios Religiosos en la Universidad de Carolina del Norte, ha estudiado los elementos tangibles sobre los que se apoyan las dos afirmaciones.
A falta de las investigaciones arqueológicas, el sitio solo ha sido objeto de trabajos de construcción o renovación, por lo que la tradición sigue siendo la única fuente que sostiene estas afirmaciones. Sin embargo, la tradición tiene fallas, por supuesto, y por desgracia parece difícil validar por ahora el supuesto doble propósito de esta construcción.
Así, los textos bíblicos sitúan la tumba de David en la ciudad de David, una localidad cercana al valle de Cedrón. La ubicación de la tumba del rey David en el monte Sion se remonta a la tradición medieval y no tiene sus raíces en las Escrituras. Además, es muy posible que la colina que ahora se llama monte Sion no sea el Sion de la Biblia.
El caso de la Última Cena es aún más complejo, porque los Evangelios no mencionan la ubicación del lugar donde se celebró. Las fuentes, que identifican este edificio como el lugar donde Jesús cenó por última vez con los apóstoles antes de su Pasión, datan del siglo IV. Además, se dice que el Cenáculo fue, por así decirlo, el primer lugar de culto para los cristianos que vivían en Jerusalén.
De hecho, la basílica bizantina, Hagia Sion, fue construida cerca del Cenáculo en 379 y demolida en 1009. Pero ¿fue para honrar la ubicación de esta “cámara alta”? ¿El Cenáculo estaba, como dice la leyenda, integrado en la basílica? Una vez más, faltan pruebas arqueológicas.