En San Bernardino hoy (EEUU); ayer en Chile: la Iglesia vive tiempos hostilesEAtropellamiento contra un sacerdote, ventanas rotas, fuego intencional encendido en una parroquia católica, discursos de odio pintados sobre los muros de otro templo… ¿Estamos hablando de un lugar en el cuerno de África, quizá en Alepo o en en Pakistán? ¿De Chile, Medio Oriente o México?
No, estamos hablando de la ola de violencia surgida en contra de la Iglesia católica en San Bernardino, California (Estados Unidos). Los objetivos de estos ataques han sido los templos católicos de esta diócesis –liderada por el obispo Gerald Barnes– así como miembros de su personal.
El Inland Catholic BYTE, órgano oficial de la diócesis de San Bernardino, denunció esta situación en un artículo publicado el pasado 11 de septiembre de 2017. El artículo subraya que en los últimos tres meses, al menos cuatro parroquias y un sacerdote han sufrido ataques violentos, reflejando la tendencia internacional de ataques a la Iglesia católica.
Pensé que eran balazos
El caso que más ha impactado en San Bernardino ha sido el ataque con perdigones de pintura que sufrió sacerdote Zhaojun “Jerome” Bai, S.V.D., en Riverside (parte de la diócesis de San Bernardino) el pasado 2 de agosto. El padre Bai, al describir el momento en el que fue atacado, dijo: “Sentí dolor y vi sangre”, como se puede leer en el artículo original publicado por BYTE.
El ataque ocurrió mientras el sacerdote se encaminaba hacia su coche, estacionado cerca de la parroquia Reina de los Ángeles, momentos después de haber celebrado Misa en honor de un hermano sacerdote que cumplía años de haberse ordenado.
“Escuché cuatro o cinco sonidos. Pensé que eran balazos”, dijo el padre Bei a Natalie Romano del BYTE. Afortunadamente, no fueron balazos sino perdigones de pintura que, sin embargo, destrozaron sus anteojos y esquirlas de vidrio hirieron su cara.
Ese mismo día otras seis personas sufrieron ataques similares mientras “disparaban a lo largo de Riverside”, reporta el artículo. Sin embargo, no habido detenidos hasta hoy.
Ambiente hostil contra lo católico
Este nivel de violencia “no es sorprendente”, dijo a BYTE Ann Marie Gallant, directora del departamento de Operaciones Colaborativas de Emergencia de la diócesis de San Bernardino. De acurdo con Gallant, los católicos en la diócesis viven “tiempos de hostilidad”.
“Hoy hay tanta furia y nos hemos convertido en una sociedad que no tiene cortesía ni moderación”, expresó Gallant. “El ambiente político en el que estamos ahora no proporciona un buen liderazgo ni buenos ejemplos por ningún lado. Como sociedad, creo, estamos perdiendo la brújula moral”, agregó.
A fines de agosto, los vándalos aventaron una piedra grande destrozando los vitrales de la iglesia de San Bernardino y, no contentos con los destrozos que habían hecho, pintaron consignas anti católicas en la fachada del templo. En junio pasado, el mismo templo de Reina de los Ángeles (donde el padre Bei sería atacado más adelante) fue pintado con grafitis anti-católicos.
¿Por qué nos odian?
El párroco de Reina de los Ángeles, el padre Beni Leu, S.V.D., fue quien descubrió el vandalismo. “Tenía miedo porque tal vez la gente que hizo el vandalismo todavía estaba allí”, explicó a la publicación diocesana. El padre Leu pronto consiguió ayuda, pero no antes de que los feligreses presenciaran el daño. Él dijo a BYTE que los criminales marcaron a la parroquia “tanto física como emocionalmente”.
El reporte de Romano para BYTE continua refiriendo las palabras de padre Lu: “Algunos de los parroquianos estaban muy tristes y se preguntaban: ¿por qué hicieron esto? ¿Por qué pasó esto? ¿Por que nos odian?”
Lo mismo protestaron los feligreses de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, también en San Bernardino, cuando una puerta lateral del templo fue incendiada en horas de la madrugada del pasado 17 de julio.
Crimen y pobreza en San Bernardino
“La gente estaba sorprendida, no podía creer que alguien pudiera haberse atrevido a hacer esto”, dijo a BYTE el padre Rogelio González, quien apenas llevaba dos semanas en la parroquia. “No creo tener enemigos que me hayan seguido hasta aquí”, exclamó sonriendo. Pero luego añadió con seriedad: “Bueno, ya sabíamos que San Bernardino es un lugar duro”, haciendo referencia al crimen y a la pobreza que se abaten sobre esta población.
¿Cuál podría ser la causa de todo esto? Según Gallant es porque la Iglesia habla claro y fuerte sobre temas como aborto e inmigración “que pueden causar enojo en el espectro político y pueden motivar que algunos ataques ocurran”.
Gallant concluyó diciendo en el artículo firmado por Romano para BYTE: “La gente sabe que hemos tenido esos puntos de vista en las últimas décadas y que los hemos hecho públicos y no solamente los hemos tratado entre nosotros. El Papa Francisco está animando este tipo de liderazgo”.
*Con información del* *Inland Catholic* *BYTE de San Bernardino*