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Después de 77 años separadas, una mujer reencuentra a su hija concebida tras una violación

Sempre Família - publicado el 05/09/17

Ella dio en adopción a la niña, mantuvo todo en secreto durante casi 80 años, pero no perdió las esperanzas de reencontrar a su hijaMinka Disbrow tenía sólo 16 años cuando, en 1928, pasó por el peor momento de su vida. Ella y una amiga fueron atacadas por tres hombres y violadas. Embarazada, Minka venció las dificultades, y dio a la niña en adopción, se casó y tuvo otros hijos – y guardó el secreto durante 77 años. Fue sólo a los 94 años que ella contó la historia a sus hijos y nietos y pudo reencontrar y abrazar a su primera hija.

Minka vivía en una granja en el estado de Dakota del Sur, en Estados Unidos. Ella escondió a su madre lo que había sucedido, hasta que se dio cuenta de algunos cambios en su cuerpo. Entonces la madre tuvo que explicarle cómo nacían los bebés, algo que la muchacha aún no sabía. Por otra parte, Minka fue enviada a una residencia luterana para adolescentes embarazadas hasta dar a luz, para esconder el embarazo. Tuvo una niña, la llamó Betty Jane y la dio en adopción.

La vida siguió adelante, Minka se casó, tuvo dos hijos y mantener el secreto sobre la violación y su hija se volvió un hábito. Ella tuvo distintos empleos y vivió en varias ciudades hasta que se estableció en San Clemente, California.

Con el pasar de los años, Minka escribió secretamente decenas de cartas a la agencia de adopción de la Casa de Misericordia a la que había entregado a Betty. Llegó a saber sobre su hija hasta que la dirección de la agencia cambió y ellas perdieron todo tipo de contacto.

Fue sólo en 2006, casi ochenta años después de lo ocurrido, que ella le contó a sus hijos y nietos lo que había sucedido. Mostró a sus parientes una fotografía en blanco y negro de la niña, que mantuvo escondida durante todo esos años. “Nos quedamos completamente en shock”, dijo Cathy LaGrow, nieta de Minka, al sitio TheBlaze. “Nunca hubiéramos imaginado que algo así le había sucedido a nuestra abuela”.

“Una cascada de amor”

“Fue su fe la que le permitió mantener la esperanza durante todos esos años de que Betty Jane estaba teniendo una vida feliz y tenía una familia unida”, dijo Cathy. De hecho, Betty – que ahora se llama Ruth Lee – se había casado y tenido hijos, sin nunca saber cómo fue concebida. Minka, no obstante, no sabía nada de eso.

Pero Ruth, que vive en Wisconsin, también buscaba información sobre su pasado. Diagnosticada con problemas de corazón y vesícula biliar en 2006, tenía poca información que dar a los médicos sobre sus antecedentes médicos familiares. Entonces fue a buscar alguna información y encontró los archivos de su adopción – llenos de las cartas de Minka, que pasó décadas preguntando sobre su hija, sin obtener respuesta.

El amor que brotaba de esas cartas fue como una cascada de amor“, dijo Ruth sobre el momento en que descubrió el archivo. Fue sólo en ese momento que ella supo que había sido concebida tras una violación – Ruth pensaba que sus padres habían sido una joven pareja, sin recursos para criar a su hija.

“Pensé: ‘Dios mío del cielo, ¿en ese tiempo había violaciones?’ Apenas podía creerlo. Sentí mucha rabia por lo que le hicieron”, contó Ruth. “Con todo lo que le sucedió, no sería sorprendente que se hubiera vuelto muy amargada. Pero eso sólo la hizo más fuerte y con más fe – y eso es maravilloso”.

 

Minka Disbrow, Ruth Lee y Cathy LaGrow (foto: divulgación)

El reencuentro

Con ayuda de su hijo, Ruth descubrió el teléfono y el paradero de Minka – y se sorprendió al saber que su mamá aún estaba viva. Ella tomó valor y llamó por teléfono a su mamá. “Fue muy emocionante. Ella quería saber si yo había tenido hijos y respondí: ‘Sí, tengo seis’. Ella quería saber todo sobre ellos.

Minka se quedó maravillada al saber que uno de sus nietos era astronauta y había estado cuatro veces en el espacio. Las dos quedaron en encontrarse. “Lloramos mucho”, contó Ruth. “Ella me dio el don de la vida y el don de la adopción”. Las dos se mantuvieron en contacto hasta la muerte de Minka, en 2014, a los 102 años de edad.

“Fue una experiencia tan increíble y surrealista que aún creo que me voy a despertar y todo habrá sido un lindo sueño”, dijo Ruth. “Nunca he visto a mi mamá tan feliz”, afirmó Dianna Huhn, hija de Minka.

La nieta, Cathy, escribió un libro contando la historia de la familia. “The Waiting: The True Story of a Lost Child, a Lifetime of Longing, and a Miracle for a Mother Who Never Gave Up” (“La espera: La verdadera historia de una niña perdida, una vida entera esperando y un milagro para una mamá que nunca se dio por vencida”, traducción libre) fue publicado sólo un mes antes de la muerte de Minka.

Mira el trailer del libro con imágenes del reencuentro:

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