¿Qué tipo de abuelo eres?

Hablemos de esa figura tan importante que tenemos en todas las familias y que es parte fundamental en el desarrollo de nuestros hijos: los abuelos.

A diferencia de cuando somos padres, el convertirnos en abuelos no es por decisión nuestra, sino de alguien más. Para aquellos abuelos primerizos puede resultar, al principio, un poco desconcertante ya que muchas veces es una noticia sorpresiva; esta nueva etapa de abuelito o abuelita puede llevarnos a confrontarnos con la vejez, el temor a la enfermedad o la muerte, ya que la simple palabra “abuelito” se asocia a una persona de la tercera edad.

Sin embargo, actualmente existen muchos abuelos jóvenes, que a la edad de 35 años ya viven esta etapa. Así el nuevo nieto reorganiza, redefine roles y enriquece nuestra identidad dentro de la familia. Ahora, además de esposos y padres, ¡somos abuelos!

Una de las frases más comunes que se dicen es “los abuelitos están para consentir, no para educar” y hasta cierto punto es correcto, ya que en la mayoría de los casos son proveedores de ternura y cariño, saben escuchar, son pacientes y se convierten en un refugio para el niño que muchas veces se siente presionado ante las exigencias de sus padres.

Excelentes mediadores

También cumplen la función de mediadores entre padres e hijos, ya que cuentan con la experiencia de ambos bandos, pueden servir de traductores de las necesidades tanto del niño con sus padres como de los padres con su nieto. Son los que hacen evidente el transcurrir del tiempo, enseñan a vivir y demuestran que la vida aún tiene sentido, son los narradores oficiales de la infancia de los padres y de sus travesuras.

Por lo tanto, hay algunos expertos que hablan de la existencia de diferentes tipos de abuelos, con base en la manera en cómo se relacionan con sus nietos:

1. Abuelos en plenitud: son aquellos que delimitan claramente su papel de apoyar al cuidado de los niños sólo en ausencia de los padres, transmiten los valores familiares y complementan la educación de sus nietos sin reemplazar a los padres en la responsabilidad, ni usurpar su autoridad.
2. Abuelos ausentes: son aquellos que se mantienen alejados del desarrollo de sus nietos y actúan de manera reservada al momento de convivir con ellos.
3. Paternidad infinita: Este tipo de abuelos llegan a desplazar a los padres, ya que están al cuidado de los niños por más tiempo que sus padres, por lo que se consideran sus verdaderos padres. De tal manera que se atribuyen las funciones de los papás y fomentan la rivalidad entre ellos y sus nietos.

Es claro que nosotros no escogemos ni decidimos el momento en que queremos ser abuelos, pero sí podemos decidir qué tipo de abuelos queremos ser para nuestros nietos, dándoles lo que sólo nosotros podemos dar y respetando el papel de los padres con sus hijos.

En Red Familia te invitamos a que desde tu papel de abuelo seas:

• Un guía de sabiduría.
• Un promotor de creatividad.
• Un proveedor de amor y afecto.
• Un refugio donde tus nietos puedan sentirse seguros.

Para descubrir la riqueza que es tener y ser abuelos, ¡en la familia está la solución!

Artículo escrito por Verónica González, especialista de Red Familia