Historias tan románticas como el escenario de las hojas cayendo y, aunque sean viejitas, no pasan de moda
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Tienes un e-mail (1998)
Una comedia muy popular pero que se puede ver varias veces. Joe (Tom Hanks) y Kathleen (Meg Ryan) son rivales de negocios y no se pueden ver ni en pintura. Lo que no saben es que sí se pueden leer y, de hecho, se han estado escribiendo correos electrónicos por largo tiempo (sin conocer su verdadera identidad, por supuesto) y hasta se podría decir que tienen una relación en línea. Él descubre la verdad primero que ella y, ya enamorado, tendrá que ingeniárselas para asegurarse de que Kathleen no lo rechace.
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Otoño en Nueva York (2000)
El título no puede ser más evidente y, de nuevo, Central Park es el marco inicial de esta historia de amor protagonizada por Richard Gere y Winona Ryder. Él es un hombre maduro y adinerado con un extenso currículum de aventuras amorosas con chicas jóvenes. Un día conoce a Charlotte (Ryder), una excéntrica diseñadora de sombreros que acepta salir con él y tienen una cita digna de cuento de hadas. Al día siguiente, él le advierte que no busca una relación seria y ella lo acepta, ya que ella igual tampoco se puede comprometer pero porque sufre una enfermedad cardíaca degenerativa. Irónicamente, esto los hace conocerse y enamorarse. ¿La diferencia de edad o la enfermedad los separará? Tendrán que verla.
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Cuando Harry encontró a Sally (1989)
Las caminatas por Central Park con los árboles en tonos marrones y naranjas son el escenario ideal para que Meg Ryan y Billy Cristal cosechen su amistad a pesar de sus formas tan diferentes de pensar. La principal discrepancia está en que ella cree que un hombre y una mujer sí pueden ser amigos; pero él no. Cada uno intenta hacer su vida por separado pero el destino siempre encuentra la manera de juntarlos, sin importar los años que pasen. Un dato curioso: las historias de parejas contando cómo se conocieron que aparecen en medio de la trama, son reales.
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Noviembre Dulce (2001)
Sara (Charlize Theron) tiene un mes para cambiarle la vida a Nelson, un adicto al trabajo que parece no disfrutar de la vida y que acaba de ser despedido y abandonado por su novia. Los dos inician un intenso romance pero ella, definitivamente, oculta algo… de hecho, le advierte que sólo será una relación que durará los 30 días de noviembre y él lo acepta pero con la esperanza de poderle hacer cambiar de opinión. Al final, a ambos les cambia la vida de diferente manera.
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Love Story (1970)
¿Han escuchado la frase: “El amor significa no tener que decir nunca lo siento”? Es del libro del mismo nombre, que inspiró este filme y una de las líneas más emblemáticas de la cinta. Jennifer y Oliver son dos estudiantes de Cambridge. Él es el típico chico popular, deportista y adinerado; y ella es la clásica joven que no tiene dinero pero se cree más inteligente que los demás. Se enamoran y la familia de él lo deshereda, pero ellos a cambio les darán una gran lección de amor. Sin duda, es una de las películas románticas más emblemáticas del siglo pasado.