La Iglesia pidió escuchar los reclamos, pero recibió duras críticas desde el gobierno
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Los indígenas bolivianos están en pie de lucha por estas horas. El objetivo de la protesta es una medida que interviene y afecta territorio indígena, además de que paradójicamente tiene vínculo con el gobierno (aunque éste niega su impulso y afirma que la iniciativa proviene de forma local) del primer presidente indígena del país, Evo Morales.
Más precisamente, el punto neurálgico de la movilización tiene que ver con la de defensa de “la intangibilidad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis)”, un área protegida de Bolivia y de gran biodiversidad que atraviesa departamentos como Beni y Cochabamba.
A través de un proyecto de ley, que finalmente en las últimas horas recibió aprobación del Senado, se pretende quitar ese carácter de “intangible”, o sea, intocable, para poder realizar diversos planes de “desarrollo”, entre ellos una cuestionada carretera (aspecto que ya había sido desechado por el propio Morales en 2011 a través de la ley que se quiere derribar y que tiene que ver con la intangibilidad).
En los últimos días, en declaraciones públicas, el propio Morales salió a reivindicar la carretera en el lugar y a especificar que tarde o temprano, con “Evo o son Evo” el proyecto se estaría llevando a cabo.
Esta situación forma parte de la “fotografía actual” de Bolivia en cuanto a lo noticioso y que sí toca de forma directa el corazón de los pueblos originarios, pero al mismo tiempo ha representado una ocasión de duras críticas del gobierno hacia la Iglesia católica, que a través del arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, de forma reciente salió a defender el territorio indígena y pedir que se escuchen los reclamos.
“Ley impuesta con prepotencia y sin diálogo, olvidando los hechos de sangre y los sufrimientos de los hermanos indígenas, sus derechos y su firme rechazo a la misma. El argumento de que se quiere impulsar el desarrollo en el Parque, parecería más un pretexto que una respuesta a necesidades. El desarrollo verdadero no puede darse a costa de conflictos sociales y del daño a la hermana ‘madre tierra’, porque su costo es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener”, expresó el arzobispo durante la homilía de una celebración ecuménica en Santa Cruz.
“Las heridas infligidas al medio ambiente son heridas a toda la sociedad, por eso es urgente un verdadero planteamiento ecológico, social y ético forjado con el más amplio consenso. En este sentido, queda la esperanza que los senadores actúen en consciencia y sin presiones, escuchando el clamor de la tierra y de los verdaderos indígenas del Tipnis, promoviendo una consulta amplia y participativa de la ciudadanía” agregó el arzobispo y de forma previa a la discusión que se estaba llevando a cabo en el Senado.
Aumenta el clima de tensión
Este martes además de intensas manifestaciones indígenas que incluían huelga de hambre, desde el gobierno se salió al cruce de la Iglesia católica. Uno de los más enfáticos fue el viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, quien acusó a la Iglesia de tener más de 800.000 hectáreas al interior de Tipnis (algo que posteriormente desmentido por la Iglesia en cuanto a la cifra), reproduce El Deber.
“La Iglesia Católica no tiene ninguna moral para oponerse a la ley que levanta la intangibilidad del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Secure, porque es dueña de 844.400 hectáreas al interior del área protegida“, expresó el jerarca, quien aludió a la complicidad con “el narcotráfico, caza ilegal y taladores de árboles que actúan en el área protegida”.
“La única propiedad que tiene la Iglesia católica en el Tipnis pertenece al vicariato del Beni y se trata del Instituto Tecnológico Agropecuario Kateri Ketawita, que tiene 843 hectáreas. Este terreno ha sido adquirido el año 2003”, especificó el jefe de Comunicación de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), José Rivera, indica la Agencia de Noticias Fides (ANF).
En un tono parecido se manifestó anteriormente la ministra de Comunicación, Gisela López, quien a través de las redes subrayó que “la fe que profesa Gualberti llegó a invadir y a someter a los pueblos”.
Gualberti cree que la colonia, sometiemiento con la cruz y la espada, sigue en pueblos indígenas. Originarios se rebelaron y son autónomos.
— Gisela López (@giselalopez68) August 7, 2017
¿Qué intangibilidad de Tipnis defiende Gualberti, si la fe que él profesa llegó a invadir y a someter a los pueblos del Abya Yala?
— Gisela López (@giselalopez68) August 7, 2017
Mientras tanto, esta zona protegida boliviana atraviesa horas de definición en un conflicto que llega directo al corazón de los pueblos originarios en Bolivia (país presidido por un hombre que comparte esa condición) y que reaviva ciertos cruces de parte del gobierno con la Iglesia, algo que en últimos años también ha sido recurrente.