Ojalá nuestros hijos encuentren a sus súper héroes dentro de su hogar, que vivan y convivan con ellos. Y puede que hasta duerman juntos. Volvamos al mundo de los niños, ese en el que hay superhéroes poderosos. Es importante que como padres supervisemos lo que ellos se están metiendo en sus cabecitas por medio de sus ojitos porque no a todos les podemos llamar así sino todo lo contrario. A los pequeños les encanta que sean símbolos de poder y de fuerza porque por medio de estos se sienten protegidos. De alguna manera los miedos que puedan sentir se van desvaneciendo porque ya tienen un superhéroe con superpoderes que les están resguardando.
La figura del superhéroe debe ser ante todo positiva y gratificante para el niño porque al identificarse con ella encontrará la fortaleza que necesita en su diario vivir. A esta figura, para poderla seguir llamando superhéroe, debe ser una personificación total de valores y virtudes, un ejemplo de vida que el niño pueda imitar.
Aprendiendo a ser superhéroe
Siendo la imaginación el arma más poderosa que cualquier niño pueda tener y el juego el mejor ambiente para aprender, se inventará situaciones idóneas en las que tendrá que llenarse de valor y hacer frente a ese problema o situación. Todo eso le ayudará para cuando venga el miedo real o frustraciones sepan cómo hacerles frente y gestionarlas. Es decir, utilizando las mismas herramientas que usó cuando jugó a ser superhéroe. Además, y esto es muy importante que los papás lo entiendan, al hacerle frente a tal o cual situación adoptará ciertas características de ustedes. El hijo copia lo que ve y es importante que como papás sean ejemplares.
Todos tenemos esa necesidad intrínseca de buscar modelos a seguir, de personas a quienes admirar y ser como ellas, éticas y llenas de valores y virtudes y, como dije anteriormente, qué mejor que sean los padres. Acerca de esto comparto la historia de Tommy y de su superhéroe, su propia “mujer maravilla”, como él le llama.
“Mujer Maravilla”
Tommy es un niño como cualquier otro. Desde siempre tuvo muy claro que al personaje que más admiraba era su mamá. Años atrás, a la edad de 13 escribió esto para un ensayo en su colegio.
“Mi propia Mujer Maravilla, mi súper héroe
Todos tenemos a esa persona que ha marcado la diferencia en nuestras vidas. Ya sea un padre, un amigo o un maestro. Para mí esa persona es mi mamá. Mi mamá me ayudó a preocuparme por los demás, a ser equilibrado y más organizado.
Lo que mi mamá principalmente me inculcó fue la preocupación por las necesidades de los demás. Cualquiera puede decirte que des y compartas porque es lo mejor. ¿Pero, honestamente viven la vida de esa manera? Lo dudo. Mi mamá sí lo hace. Siempre que tiene la oportunidad y ve a alguien en necesidad, hace lo que puede. También cuando ve tiraderos o algún problema alrededor de la casa, ella lo arregla. Cuando ella sale de sí misma, de su zona de confort para ayudar a otros, me hace sentir que soy capaz de hacer lo mismo y me siento feliz de realmente ayudar.
Mi madre también me hizo más equilibrado. Ser madre es mucho trabajo y ella lo lleva al extremo. Trabaja, limpia, cocina, hace todo lo que las mujeres promedio hacen y aún más. Mi mamá también me animó a unirme al álgebra, a fútbol y a orquesta, lo que me hizo muy equilibrado.
Mi mamá me hizo muy organizado. Siempre que hago un proyecto o tengo amigos en casa, ella me hace limpiar el tiradero. O bien ella lo limpia para darme ejemplo.
Y lo más importante, mi mamá me ha enseñado a amar a Dios.
Amo a mi mujer maravilla”.
Para muchos esta es una carta que muchos niños escribirían acerca de alguno de sus padres, al que aman y admiran -su súper héroe- y puede ser que sí. Pero para Tommy y su mamá significa algo distinto porque al poco tiempo de haber escrito estas hermosas palabras sobre ella, su mujer maravilla le abandonó. Así es, la mamá sufrió una tremenda crisis emocional que huyó del hogar, con lo cual los dejó a él y a su hermano al cuidado de su papá.
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Ocho años después
Como todo, todo pasa y la familia salió adelante. Hubo un enorme trabajo de perdón y reconciliación. Sobre todo, de compresión a la locura vivida por la mamá. Y estas son ahora las palabras de Tommy 8 años después en el día de las madres a su “Wonder Woman”:
“My Wonder Woman
Hace casi diez años, escribí un ensayo en mi clase de inglés sobre una persona importante en mi vida, mi mamá.
En ese ensayo describí su fortaleza, su caridad y su profundo amor hacia los demás. Mi mami era mi heroína porque daba hasta la camisa de su espalda si alguien la necesitaba. No pasaba un día en que no viéramos a alguien con necesidad y mi mamá les daba lo que tenía sin darle una segunda pensada. Siempre ponía a los demás antes que a ella misma y a mí me hizo querer ser como ella.
Pero eso fue hace diez años y mucho ha cambiado. Se divorció de mi papá y mi vida se convirtió en un caos. La imagen que tenía de mi madre cambió profundamente.
Cuando alguien trae una mochila pesada, la carga porque la tiene que cargar. Esa mochila puede estar llena de tareas, muchas de ellas extremadamente difíciles, pruebas reprobadas y libros gruesos que nunca tuvieron uso. Mi mamá tenía una de esas mochilas pesadas. Y sí, la cargó con una sonrisa por años. Hasta que llegó a un punto en que le comenzó a pesar de más y ella ya no tenía la misma sonrisa. Pasó cargando esa mochila hasta que ya no pudo más. La carga la aplastó, la derrumbó y ella huyó.
Así terminan muchas historias. Alguien que ya no puede más se va y nunca regresa. Tal vez se refugia en las drogas y el alcohol, en un amante o tristemente en la última decisión, el suicidio.
Gracias a Dios -como muchos ya saben- esta historia no es una de ellas. Fue duro para todos nosotros los involucrados y todavía más duro para la gente que veía el profundo sufrimiento por el que pasábamos. Pero pasó como todo pasa. Se hizo lo que se tenía que hacer y todos salimos adelante. Mis papás regresaron. No más divorcio y gracias a eso mi hermanito y yo pudimos salir de las jaulas emocionales que nos hicimos para protegernos de tanto dolor.
Muchos piensan, con mucha razón, que después de algo así de pesado las cosas nunca podrán ser iguales, ni volverán a ser normales. Y tienen toda la razón. No volvieron a ser iguales, ahora son mucho mejores. Se mejoraron de una manera que no se pueden imaginar. No se lo imaginan, pero sí lo han podido ver y leer. Todo lo que lean que haya sido escrito por mi mami viene de un lugar dónde ella reconoce y honra todas las emociones que existen. Sus palabras tienen tantísimo poder porque vienen de un lugar sabio y amoroso, su alma.
Gracias a que mi mamá decidió salir adelante hoy yo soy quién soy. Y no solo yo, sino miles de personas alrededor del mundo han mejorado su vida gracias a su experiencia y testimonio.
Ahora sé, sin duda, que no existe una mujer con más fortaleza que ella. Siempre hizo lo mejor que pudo con las circunstancias que tenía. Nunca perdió de vista a Dios. Mi mamá es un ejemplo de vida. Un ejemplo alcanzable. Una persona que a veces se equivoca, pero siempre busca hacer lo correcto, aunque a veces le sea difícil. Siempre busca mejorarse a sí misma y a los demás. Ella es el tipo de persona que todos deberíamos buscar ser.
¡Feliz día de las madres!
Mamita, te amo.”
Papás, que nuestros hijos no busquen fuera lo que por derecho les corresponde tener dentro de su hogar, un papá y una mamá a quien admirar.