Sin terminar de aportar nada decididamente nuevo, su tono desenfadado y su abierto sentido del humor son las mejores bazas de una película que solo busca (y lo consigue) entretener
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Era cuestión de tiempo que Marvel y Sony terminaran entendiéndose. La primera, propiedad de Disney, tiene en su haber el universo de superhéroes más variado y exitoso del momento pero había uno y además muy ilustre, cuyos derechos no tenía en su poder, Spider-Man. Sony era la propietaria de las aventuras del Hombre Araña y lleva explotando el filón desde hace quince años.
Bajo la batuta de Marvel pero en colaboración con Sony, la nueva aventura de Spider-Man tenía, de entrada, que ofrecer algo mínimamente distinto que la diferenciara de las cinco películas anteriores.
El primer cambio significativo y el primer acierto es que en Spider-Man. Homecoming vemos al Peter Parker más pardillo y más joven alejado de las rotativas de los periódicos y enfangado en su adolescencia creciente.
Buena parte del mérito de esto es del nuevo actor que lo interpreta, Tom Holland, no solo el más joven de los últimos Spider-Man, de 21 años (Toby Maguire tenía 27 años cuando se puso el traje del trepamuros y Andrew Garfield 28) sino que además aparenta ser más joven aún y esto es importante.
Tiene a su favor también su relación con Los Vengadores, precisamente por ser el más diferente de todos. Spider-Man, al contrario que Iron-Man, Hulk o Thor es un superhéroe, por decirlo de algún modo, de segunda. Demasiado joven como para tomar decisiones importantes y también a veces, demasiado limitado en sus facultades como para correr detrás de un villano.
Esto dignifica mucho al personaje porque lo hace especialmente humano más allá de conflictos internos que Parker, tal vez por juventud, aún no termina de tener.
Aun así, que nadie se llame a engaño, Spider-Man. Homecoming solo es una película perfecta para toda la familia habida cuenta los consabidos niveles de violencia que uno se puede encontrar en este tipo de propuestas. Peleas sin sangre, muertos sin consecuencias, el universo Marvel no entra en mayores cuestiones que no tengan que ver con ofrecer un producto fácil y perfectamente digerible para la mayor parte de público posible y esto, no cabe duda, lo consiguen.
Vale la pena también detenerse en las labores de su directo, John Watts, quien empezó con una cinta de terror especialmente cruel The Clown (2014) y que consiguió llamar la atención internacional con la reciente y muy interesante Coche policial (2015).
Watts ha sabido muy amoldarse a las exigencias de Marvel que con sus defectos y todo, suelen saber cómo confeccionar una película de superhéroes sin cometer grandes errores.
¿Defectos? Los tiene pero tampoco vale la pena detenerse demasiado en ellos sobre todo cuando el conjunto es francamente entretenido. Además, con seis guionistas acreditados, era lo mínimo, que la película cojeara por algún sitio. Pero lo dicho, tampoco vale la pena hacer sangre.
NO RECOMENDAD PARA MENORES DE 7 AÑOS
Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=grusgXCahH8
Título original: Spider-Man. Homecoming (2017)
País: Estados Unidos
Director: John Watts
Guión: John Francis Daley, Jonathan Goldstein, Christopher Ford, Chris McKenna, Jon Watts y Erik Sommers
Música: Michael Giacchino
Género: Acción, Fantasia
Reparto: Tom Holland, Robert Downey Jr., Michael Keaton, Marisa Tomei, Jacob Batalon,Zendaya, Jon Favreau, Tony Revolori, Laura Harrier, Angourie Rice, Kenneth Choi,Michael Barbieri, Logan Marshall-Green, Donald Glover, Tyne Daly, Martin Starr,Hannibal Buress, Abraham Attah, Michael Mando, Bokeem Woodbine, Jona Xiao,Chris Evans, Gwyneth Paltrow, Tiffany Espensen, Garcelle Beauvais, Stan Lee