Nelson Baker era conocido como el “Padre de los pobres” y fue aclamado por su “Ciudad de la Caridad”
Nacido en Búfalo, Nueva York, Nelson Baker vivió una feliz infancia y, tras graduarse en el instituto, se unió a su familia en la gestión de una tienda de alimentación y almacén general en el centro de Búfalo. Todo parecía estar yendo como la seda para este joven brillante.
Entonces, en 1863, Nueva York alistó a 20.000 nuevos reclutas para la guerra civil y Baker se convirtió en uno de ellos. Sirvió en el 74º regimiento de Nueva York durante un breve periodo y, cuando terminó la violencia, regresó a su hogar en Búfalo.
Empresario de éxito
Un amigo de Baker acudió a él para proponerle abrir un negocio de pienso y cereales, a lo que Baker accedió. Poco después abrían Meyer & Baker y dirigieron su negocio con éxito durante varios años.
Durante su nueva aventura empresarial, Baker fue muy generoso y especialmente conocido en un orfanato católico de nombre Limestone Hill, St. Joseph’s Orphanage.
Sentía una vocación al sacerdocio, pero a menudo la descartaba. A los ojos de Baker, ya se estaba haciendo mayor y no había recibido la educación necesaria para hacerse sacerdote. Sin embargo, la vocación persistía.
Con el tiempo, Baker ya no podía seguir negando su vocación y fue aceptado como seminarista en el Seminario de Nuestra Señora de los Ángeles, en Búfalo.
Su compañero de negocios quedó devastado, ya que no sabía cómo podría mantener el negocio a flote sin su socio. Baker tenía una solución: su hermano pequeño le sustituiría en la empresa.
Baker sobresalió en el seminario, a pesar de que era 10 años mayor que sus compañeros de estudios. En 1874, Baker hizo una peregrinación a Nuestra Señora de las Victorias en París y la experiencia le acompañó durante el resto de su vida.
“Padre de los pobres”
En el día de san José, el 19 de marzo de 1876, Nelson Baker fue ordenado sacerdote en la catedral de San José en Búfalo. El padre Baker fue asignado al orfanato Limestone Hill, St. Joseph’s Orphanage, que por entonces estaba seriamente endeudado.
Para ayudar a pagar lo debido, el padre Baker vació sus cuentas personales e inició una iniciativa de recaudación de fondos llamada Asociación de Nuestra Señora de la Victoria. Escribió cientos de cartas que mandó por todo el país y en poco tiempo la deuda estaba cubierta.
A principios de la década de 1900, Baker oyó hablar de un canal cercano que contenía los restos de numerosos bebés y niños pequeños ahogados por sus propias madres que no querían que se criaran en su mundo de pobreza.
Esto motivó al padre Baker a crear su propio orfanato, Hogar Infantil Nuestra Señora de la Victoria, que ofrecía cobijo a madres solteras y sus hijos.
Según el sitio web que sigue su proceso de canonización, “si una madre no quería conservar a su hijo, siempre había una cuna y una manta preparadas junto a la puerta sin cerrar del refugio, para que pudieran depositar allí a su bebé durante la noche”.
Después de la construcción del hogar, una de las actividades favoritas del padre Baker era terminar sus rondas nocturnas “en el orfanato, donde a menudo lo encontraban acomodando a los pequeños en sus camas y bendiciéndoles a todos antes de marcharse”.
El padre Baker no paró aquí y con el tiempo construyó un santuario basílica en honor de Nuestra Señora de la Victoria. La iglesia, junto con el orfanato, la escuela de comercio, el hogar de jóvenes trabajadores, el hogar infantil y el hospital de maternidad llegaron a ser conocidos como la “Ciudad de la Caridad”.
Los periódicos llamaban al padre Baker el “Padre de los pobres” y alababan sus muchas obras de caridad. Según el National Catholic Register, “cálculos oficiales muestran que el padre Baker fue responsable cada año de un millón de comidas, medio millón de personas vestidas y atención médica para 250.000 personas durante la Gran Depresión”.
El padre Baker falleció a los 94 años en 1936 y su legado pervive hoy en día. El 14 de enero de 2011, el papa Benedicto XVI lo declaró venerable y la causa para la canonización de Baker sigue su proceso.
Según afirmaba Paul Burkard en una entrevista para News 4, ya se había informado de un milagro atribuido a su intercesión y se había presentado a Roma. Se espera pronto la certificación del milagro.