Si eres un joven estudiante paraguayo -o conoces alguno que ocupen ese rol- debería llamarte la atención. Pero si nada tienes que ver con Paraguay quizás también te interese tener en cuenta cómo operan diversos grupos guerrilleros de América Latina para captar nuevos miembros y de esa manera subsistir.
La misma pregunta se hizo el máster en Criminología Juan Martens, quien decidió realizar la primera investigación académica sobre el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un temible grupo guerrillero que tiene en vilo a las autoridades, cuya mayor influencia se da principalmente al norte del país.
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“Hemos detectado ciertos colegios donde hay profesores afines al EPP y que actúan como captadores de estudiantes. ‘Che, ¿vos querés estudiar? Mirá que hay un grupo y te podemos ayudar’. Y todo un proceso de introducción que dura uno, dos años, donde finalmente alguien termina estudiando, pagado por este grupo”, expresó el especialista en diálogo con Última Hora.
Efectivamente, una de las conclusiones más importantes de la investigación presentada por Martens -denominada Aproximaciones a la naturaleza del EPP desde la perspectiva de la insurgencia y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)- tiene que ver con los métodos de propaganda y de captación de nuevos miembros.
Es así que el financiamiento de los estudios -a través del pago de cuotas de facultades- para jóvenes de escasos recursos se convierte en uno de los principales anzuelos de este grupo armado.
“La cuestión de propaganda que nosotros vemos es: visita casa por casa, la ayuda económica y el pago de universidades a los jóvenes”, confirmó el investigador.
Pero no solo los jóvenes se convierten en grupo objetivo de este grupo, sino que los campesinos, principalmente las familias carenciadas, suelen recibir dinero a cambio de apoyo social de parte de comunidades.
“Si tu hijo está dentro (del EPP), te dan mensualmente, claro. Pero si necesitás dinero, por enfermedad de tu hijo o algo, te dan hasta 3 millones. No necesitan que vos compres esa provisión. Es una forma de ganar la adhesión, tienen miles de formas de comprar en otro sitio”, expresó Martens con respecto a este tema
“Además, les ponen negocios en las comunidades a sus líderes. Por ejemplo, alguien es del EPP y el grupo le da plata para que tenga un engorde de novillitos ahí, para que nadie desconfíe de él y él se relaciona con la Policía y entonces hay una interconexión perfecta”, agregó.
Por otro lado, el estudio de Martens también confirma que, para financiarse, este grupo suele utilizar la extorsión. En este caso, las personas del medio rural como ganaderos y productores agrícolas son las víctimas favoritas a la hora del cobro de “impuestos” que desarrollar este grupo. Los secuestros son otros de los mecanismos de persuasión para conseguir fondos.
Mientras tanto, las autoridades de Paraguay siguen buscando la mejor manera de combatir a este grupo subversivo de inspiración marxista, y que va en línea con el accionar de otros grupos famosos guerrilleros de América Latina.
Ya son varios los comandantes que han estado al frente de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), cuya misión principal es el combate de este grupo guerrillero. A pesar de ello, los esfuerzos aún siguen siendo insuficientes con varios operativos que culminaron en fracaso y que dejan de manifiesto la capacidad de muchos de sus miembros para camuflarse entre los pobladores rurales, principalmente de los departamentos de San Pedro y Concepción al norte del país.
La investigación de Martenes demandó tres años, a lo largo de los cuales tuvo la oportunidad de recopilar información, hablar cara a cara con los afectados. Su trabajo representa un insumo más importante y una clara señal de advertencia dirigida a los jóvenes, pero también a todos aquellos que en el medio de su camino se toman con propuestas que luego pueden llegar a terminar en engaño.
Con información de Última Hora
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