Maduro debe ponerse al servicio del encuentro y la reconciliación de los venezolanos, por el camino que señala el papa Francisco
“En nuestra agenda de trabajo ocupa un lugar importante el estudio de la grave situación que sacude los cimientos del país. Nos anima el propósito de aportar luces y señalar caminos de solución, desde nuestra condición de pastores, que caminamos con el pueblo, al que pertenecemos, acompañando y consolando particularmente a los familiares de las víctimas y a los más pobres y afligidos”.
De esta manera se lee en el segundo párrafo de una carta que este 10 de julio, la Conferencia Episcopal Venezolana, envió al presidente Nicolás Maduro, solicitando una vez más, reconocer la autonomía de los poderes públicos y retirar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente prevista para el 30 de julio.
Los obispos están convencido que si está en el deseo de Maduro “resolver la grave crisis de escasez alimentaria, de medicinas, y de inseguridad, que está causando incontables víctimas, particularmente entre niños y personas mayores en todo el territorio nacional”, es urgente, cumplir con tres condiciones indicadas en la misiva.