En momento de cruces diplomáticos por un "muro" es bueno recordar esta emblemática imagen
Mide unos 12 metros de altura y está puesto sobre un soporte de cuatro metros. Con las manos extendidas, este Cristo Redentor está ubicado en la localidad ecuatoriana de Huaquillas, una zona fronteriza con Perú, en la provincia de El Oro.
El lugar se ha convertido en un atractivo turístico, pero al mismo tiempo está cargado de valor simbólico. Su inauguración se dio en octubre de 2010 y contó con la presencia de representantes tanto de Ecuador como de Perú. Un auténtico Monumento a la Paz que tuvo como objetivo resaltar la hermandad e integración entre ambos pueblos.
No menos significativo es que esto haya sucedido en el mismo mes donde algunos años atrás se había firmado la paz (26 de octubre de 1998) entre ambos países luego de una gran controversia territorial. Debajo de la imagen de este Cristo Redentor, además de los escudos de ambos países, hay una enorme paloma blanca, también ícono de paz.
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.