“Dame tus debilidades, dame tus pecados, yo perdono todo. Jesús perdona todo, perdona siempre”. Éste fue el mensaje que Papa Francisco quiso llevar a los Obreros del Centro Industrial Vaticano.
En su homilía les mostró como Jesús sana el alma siempre, siempre. «Esta es nuestra consolación, Jesús ha venido por mí, para darme la fuerza, para hacerme feliz, para tener mi conciencia tranquila. No tengan miedo. En los momentos difíciles, cuando uno siente el peso, de tantas cosas que hemos hecho, Jesús me ama porque son así».
Papa Francisco fue a su lugar de trabajo para celebrar misa con ellos. Una imagen entrañable que queremos recordar.