El gobierno de Colombia confirma que existe una prueba de vida de esta religiosa secuestrada por Al QaedaEl Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia informó de que ha recibido la prueba de vida de sor Gloria Cecilia Narváez Argoty, la misionera colombiana secuestrada el 8 de febrero en la localidad de Karangasso, en Malí .
En su comunicado, recogido por Fides, la Cancillería Colombiana destaca el “enérgico rechazo y contundente condena a quienes mantienen privada de su libertad” a la religiosa de la orden de las Hermanas Franciscanas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores lanza además “un llamado a la comunidad internacional y a Naciones Unidas para que brinden todo el apoyo y la cooperación necesaria para lograr, de forma segura, el regreso a la libertad de la colombiana” y recuerda que, a través de la embajada colombiana en Ghana, se están redoblando los esfuerzos para conseguir su liberación.
Según informaciones de agencia, el primer sábado de julio, el grupo Al Qaeda de Malí, a través de la red Telegram, publicó un vídeo donde aparece la religiosa colombiana y otros cinco rehenes extranjeros, secuestrados también por este grupo terrorista. Se trata de la primera reivindicación oficial de parte de Al Qaeda del secuestro de la misionera.
El vídeo, de 16 minutos y 50 segundos, muestra a cada uno de los secuestrados, incluida la religiosa que es identificada como Gloria Cecilia Narváez. En la grabación, junto a la religiosa colombiana, aparece la francesa Sophie Petronin, el sudafricano Stephen McGowan, el australiano Elliot Kenneth Arthur, el rumano Iulian Ghergut y la suiza Beatrice Stockly, raptados antes que la misionera.
“No se han emprendido auténticas negociaciones para salvarlos”, comenta una voz en el vídeo, que menciona al nuevo presidente francés Emmanuel Macron y que afirma que Sophie Petronin “confía en que el nuevo presidente de Francia acuda a su rescate”.
El presidente Macron estuvo ayer en Malí con motivo de un encuentro con jefes de estado de cinco países de la región africana del Sahel para acordar la creación de una nueva fuerza multinacional de 5.000 soldados para combatir a los extremistas. En los últimos años los continuos ataques con víctimas mortales y heridos en los países anteriormente considerados seguros han puesto en alerta a la Comunidad Internacional.