Desde hace una década, un apicultor de nombre Sidoros Ţiminis, habitante de la región de Kapandriti, cerca de Atenas, desliza en las colmenas cada primavera iconos de Cristo, de la Santa Virgen y de diferentes santos.
Y, cada año, se produce un fenómeno muy misterioso: las abejas confeccionan las celdillas del panal alrededor de las imágenes piadosas evitando meticulosamente recubrirlas. ¿Podría tratarse simplemente de un fenómeno relacionado con un efecto repulsivo de la pintura? En cualquier caso, la labor de estas peculiares abejas sigue siendo digna de interés.