En presencia de Jesús oramos por la sanación de nuestra autoestima y nuestra propia imagen manteniendo delante una foto de nuestra infancia, solo o en familia.
Oración
Padre Santo, en el nombre de Jesús, invoco tu misericordia y me dirijo a Ti para que me toques y me des una buena y justa imagen de mí mismo y una verdadera autoestima en Cristo Jesús.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor, me he sentido indigno, inapropiado, inferior; me he sentido feo, tímido, patoso o que no hago nada bien. Me han criticado y llamado apodos que no me gustaron y me han hecho sufrir; me siento inseguro y no amado.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor Jesús, llévate mis sentimientos de fracaso, de vergüenza, decepción, culpabilidad, timidez, ira o enfado. Te pido que me liberes de estos sentimientos y emociones que me han mantenido en la esclavitud y me han apartado de vivir una vida plena como varón/mujer.
Señor, ten misericordia de mí.
Amado Señor, hazme saber cuánto me amas y que soy la niña de tus ojos. Me dirijo a Ti, para que sepan que Tú has muerto en la Cruz, no sólo por mis pecados, sino también por mis profundas heridas emocionales y mis recuerdos dolorosos.
Señor, ten misericordia de mí.
Te Ruego Señor, que sanes todo lo herido y roto que hay en mi persona. Ayúdame a amarme, a aceptar tu perdón, a perdonarme a y perdonar a todos aquellos que me hayan causado injusticias: padre, madre, hermanos, tíos, abuelos, primos y demás parientes, profesores, sacerdotes, compañeros de trabajo, jefes, vecinos y amigos. Cualquiera, Señor, que no me haya mirado con cariño y me haya rechazado consciente o inconscientemente.
Señor, ten misericordia de mí.
Jesús, llena el vacío de mi vida. Y dame el amor y la seguridad que no he recibido. Dame confianza, alegría y energía nuevas para que pueda hacer todas las cosas a través tuyo.
Señor, ten misericordia de mí.
Señor devuélveme una buena imagen de sí mismo, aquella con la que yo fui concebido/a como varón/mujer y que pueda verme como Tú me ves: especial, único, digno, hermoso, para que yo llegue a ser la persona que Tú creaste y quieres que sea. Por Jesucristo Nuestro Señor, Amén
(Cfr. Robert DeGrandis)
Hacer un rato de oración en silencio ante el Sagrario con el Santísimo expuesto y después un Padrenuestro.
Oración final
Dios, autor de nuestra salvación y de nuestra liberación, escucha nuestras súplicas, y a quienes redimiste por la sangre de tu Hijo concédeles poder vivir para Ti, y en Ti gozar de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración publicada por esposiblelaesperanza.com