El bebé Charlie Grad vivirá, por lo menos, tres semanas más después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo aplazara este lunes la decisión que debía tomar sobre el futuro del bebé.
Mientras se pronuncia, el Tribunal ha obligado al Great Ormond Street Hospital de Londres a mantener con vida al pequeño, que padece una enfermedad rara con solo 16 casos en todo el mundo y que está conectado a una máquina de soporte vital que el centro quiere desenchufar.
El hospital, en el que el bebé de diez meses está ingresado, asegura que no hay cura posible para su caso –una rara enfermedad conocida como Síndrome de Agotamiento Mitocondrial– y quieren desenchufar el soporte vital que lo mantiene con vida y pasar a un tratamiento paliativo que desembocaría en la muerte de Charlie.
Sus padres, sin embargo, están luchando por la vida de su hijo y quieren llevarse al pequeño fuera del Reino Unido, a Sevilla o a Estados Unidos, donde recibiría un tratamiento experimental. Para ello, han conseguido 1,5 millones de dólares en donativos.
El caso acabó en los tribunales y un juez británico dio la razón al hospital y, en contra de la voluntad de los padres, dictaminó que se desconectara el soporte vital.
Al conocer la sentencia, Chris Gard y Connie Yates –padres de Charlie– decidieron recurrir ante el Tribunal de Estrasburgo, que se había dado de plazo hasta el 13 de junio para tomar una decisión, fecha que fue pospuesta hasta este lunes 19 de junio.
A pesar de la prórroga, el Tribunal de Derechos Humanos todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre el futuro del niño y ahora ha ordenado al Great Ormond Street Hospital que mantenga con vida otras tres semanas más al pequeño Charlie Grad.
Hoy celebramos a...