¿Qué hay detrás de tantas leyendas, literatura y arquitectura?
Son muchas, muchísimas las leyendas populares que nos muestran el pacto de un ser humano con el diablo. Se trata de un referente cultural de toda la civilización occidental y está inmerso dentro del acervo y el folclore cristiano.
En todas o casi todas las leyendas e historias hay un patrón común. Se trata de una persona que ofrece su alma al diablo para que el Maligno le conceda algún favor. Estos favores pueden ser muy distintos: desde la construcción de un elemento arquitectónico (Acueducto de Segovia o Frauenkirche de Munich ), el poder (milagro de Teófilo) o la eterna juventud.
En Europa existen numerosos puentes denominados “Puentes del Diablo” que han sido supuestamente realizados por el Maligno e incluso se ha llegado a decir que el extraordinario violinista Nicooló Paganini realizó un pacto a cambio de su magnífica técnica.
Se trata de historias donde se muestra lo peligroso de este pacto y finalmente, en el acervo popular, es siempre el Diablo quien termina perdiendo. Unas veces porque termina engañado, otras veces por la intervención de Dios o por el arrepentimiento de quien realiza el pacto.
Posiblemente será Fausto, de Goethe quien mejor represente este tema universal. Goethe plasma en su relato una leyenda clásica alemana. El autor lo muestra como un gran erudito que insatisfecho con su vida hacer un trato con el diablo. Tras el Fausto literario se esconde un Fausto real que es de donde viene la leyenda, transmitida de forma oral.
La leyenda sitúa al protagonista en la ciudad de Knittlingen y su nombre es Johann Georg Faust. La historia suelo situarse a finales del siglo XVI y se supone que el Fausto real vivió en Colinia, Leipzig y Saturen de Brisgovia (donde a causa de una explosión con sustancias químicas moriría). Otros hablan de él como Georgius Faustus y afirman que andaba con dos perros que eran demonios.
El diablo en la tradición cristiana
La presencia del demonio y sus pactos no nace en Fausto, ni siquiera en Teófilo. No hay constancia de cuando y donde comienzan a propagarse estas leyendas. Las hay con pactos en los que se promete al demonio sacrificios humanos, también las hay con brujas y “meigas”, las hay con aquelarres e invocaciones, incluso con relaciones sexuales con demonios de las que nacerían seres malignos.
Incluso los cristianos fueron perseguidos por este tema. En la Antigua Roma se acusaba a los cristianos de realizar celebraciones en las que degollaban niños, adoraban animales e incluso mantenían relaciones sexuales depravadas. En todas estas actuaciones, según los romanos, se encontraba el Maligno.
Historias reales o leyendas, la cultura nos ofrece muchos temas en los que el diablo, el mal, el pecado, la ambición humana son los protagonistas. La duda, la gran duda que recae al leer estas obras y admirar estas construcciones es la siguiente: ¿Realmente es posible vender el alma al diablo?