Un brote de cólera ha matado ya a más de 900 personas en Yemen y amenaza la vida de los menores del país. Los servicios de salud están colapsados y no da abasto para atender a los enfermos. La enfermedad se está cebando especialmente con los niños menores de 15 años. Cada día son 1.000 los niños que acuden a los centros de salud con diarreas asociadas a la enfermedad. La situación es dantesca y el resto del mundo mira para otro lado.