La primera etapa de su peregrinaje: las tumbas de Primo Mazzolari en Bozzolo y Lorenzo Milani en BarbianaEl papa Francisco exhortó a la Iglesia para que no ignore más a los pastores como Primo Mazzolari, sacerdote incómodo ,porque estaba muy cerca de los pobres y siempre buscando a los que están ‘alejados’. Primo Mazzolari fue un sacerdote anti fascista y que participó en la liberación de Italia del nazismo.
Lo hizo este 20 de junio de 2017 en su discurso en la Iglesia parroquial de San Pedro en la ciudad de Bozzolo, norte de Italia, tierra donde fue párroco Mazzolari (1890-1959).
Francisco, que se ha declarado un pontífice por los pobres y los últimos como el santo de Asís, peregrinó al norte de Italia para seguir los pasos de un sacerdote que se la jugó por los jóvenes más pobres, marginados y pagó las consecuencias en vida.
Allí el Pontífice rezó en silencio en la tumba del sacerdote italiano y antes hizo honor a la estatua de la Virgen María. El obispo de Cremona, Antonio Napolioni anunció que el 18 de septiembre será el inicio del proceso de beatificación de Primo Mazzolari.
Inspirado en la vida del párroco italiano, el Papa ha afirmado que existen tres caminos que desvían de la dirección evangélica.
En primer lugar, dejar que las cosas pasen, dar la espalda al sufrimiento y las dificultades de los demás, el “no emporcarse las manos”.“Esta actitud” no tiene nada de “cristiano” porque la “conciencia” parecería estar limpia, pero, en cambio, no lo está.
La segunda actitud que desvía del camino del Evangelio es el “activismo separatista”.
“Nos comprometemos en crear instituciones católicas como bancos y cooperativas, pero así se arriesga de encontrarse en una “comunidad cristiana elitista” que favorece intereses y clientes con un etiqueta católica”.
El tercer error, sostuvo el Obispo de Roma es el “sobrenaturalismo deshumanizador”, la tentación del espiritualismo que prefiere las devociones que el apostolado.
Por eso, Francisco destacó que don Mazzolari fue un “párroco de los alejados” porque los ha buscado siempre con amor.
Destacó, improvisando, la mirada misericordiosa del párroco de Bozzolo en su clamor de exigir de no masacrar “la espalda de la gente más pobre”.
De esta manera, exhortó a todos los párrocos del mundo a estar a lado de los más afligidos. Que La Iglesia sea pobre sin temer de atravesar las sombras. “Y si, por estas aperturas, venía el llamado a la obediencia – ha relevado – la vivía en píe, como adulto, y contemporáneamente de rodillas, besando la mano de su obispo, que no dejaba de amar”.
“Les animo, hermanos sacerdotes, a escuchar el mundo, quien vive y obra en el mundo, para hacernos cargo de cada llamado de sentido y de esperanza, sin temer de atravesar desiertos y zonas de sombra”, manifestó.
Así “podemos convertirnos en una Iglesia pobre por y para los pobres, la Iglesia de Jesús. Esa de los pobres es definida para don Primo una ‘existencia incomoda’, y la Iglesia tiene necesidad de convertirse al reconocimiento de su vida para amarlos así como son”.
El Papa manifestó que Don Mazzolari ha sido un “sacerdote pobre, no un pobre sacerdote”. Y subrayó que la “credibilidad del anuncio pasa a través de la sencillez y la pobreza de la Iglesia”.
Sólo de esta manera se podrá servir a la gente pobre trayéndolos a su casa (la Iglesia) sin hacer proselitismo.
El Papa insistió que la Iglesia no puede ignorar sacerdotes así y por el contrario debe ponerlos como modelo de vida cristiana y debe llenar de orgullo a su pueblo.
El rastro de Don Mazzolari es “luminoso” aunque fue “incómodo” y confirmó que los párrocos cuando “son los rostros de un clero no clerical”, son “la fuerza de la Iglesia”.
Francisco recordó las palabras de Pablo VI, cuando definió a Mazzolari como “párroco de Italia” y un profeta de su tiempo. Igualmente, ha recordado el escenario en el que se movió el sacerdote: tres escenarios que llenaban sus ojos y corazón: “El río, la granja y la llanura”.
“Su palabra, predicada o escrita bebía claramente del pensamiento y la fuerza persuasiva de la fuente de la Palabra del Dios vivo, en el Evangelio….en sus gestos sacramentales. Jamás los redujo a un simple rito”.
Mazzolari no estuvo en la “orilla del río de la vida, del sufrimiento de su gente”. Don Mazzolari buscó el cambiar las cosas sin lamentarse o quedarse en el pasado.
Él se ha dedicado a estar cerca a la vida de las “personas que encontraba, en la acogida de cada posibilidad de anunciar la misericordia de Dios”.
Al final, el Pontífice ha rememorado una oración de Don Mazzolari sobre la misericordia de Dios: “Nadie está fuera de la salvación, o Señor, porque nadie está fuera de tu amor”.
Don Mazzolari, en camino a la beatificación
Don Mazzolari nació en Cremona, el 13 de enero de 1890 en una familia de campesinos. Fue inflexible en su oposición al fascismo, en 1932 es nombrado párroco de Bozzolo donde inicia un camino eclesial y pastoral, literario y social, ligado a los movimientos políticos italianos.
Colabora con la resistencia partisana, movimiento armado de oposición al fascismo y a las tropas de ocupación nazis instaladas en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Arrestado tres veces, buscado por la SS por mandato de captura entra en clandestinidad y se esconde en Gambara y luego en Bozzolo.
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