¿Cómo vestirse apropiadamente para un funeral?

En estos casos la atención se dirige más hacia la ceremonia en sí (los textos bíblicos, la música o los cánticos) que hacia el estilo de las personas reunidas, la forma de vestirse para un funeral es una señal de respeto hacia el difunto y, sobre todo, hacia sus seres queridos. Poco importa si se trata de una cremación o de una inhumación, la vestimenta ha de ser acorde a los allegados de la persona.

Llevar una ropa adecuada es también una regla estricta que respetar para entrar en un cementerio.

Dependiendo del grado de relación, edad y estilo, algunas ropas son más o menos apropiadas. La voluntad principal ha de ser la de mantenerse discreto, sin chocar con el entorno.

• Para las mujeres: evita las faldas demasiado cortas, escotes y pantalones demasiado ajustados. La espalda, el vientre y las rodillas deben estar cubiertos, sobre todo en la iglesia. Es preferible optar por joyas neutras en lugar de accesorios muy ostentosos.

• Para los hombres: una camisa es señal de respeto. Si usarás corbata, elige una con motivos simples, ni humorísticos ni demasiado coloreados. Elige pantalones formales, para evitar un estilo demasiado casual.

Con el fin de disimular las lágrimas o para los entierros en verano, las gafas de sol están admitidas, a condición de que sean sobrias. Antiguamente se empleaban mucho los sombreros y los velos, aunque ya están un poco en desuso.

Prevé abrigo por si llueve: un paraguas negro es adecuado. En invierno los guantes, un chal o una bufanda de colores oscuros permiten pasar menos frío durante el entierro del féretro.

Siempre con esta voluntad de discreción, el maquillaje debe ser casi invisible, con tonos del color de la piel. El lápiz de labios es aceptable si es ligero. Para tu comodidad, opta por calzado plano en vez de tacón y así evitarás incomodidad al caminar por gravilla, por ejemplo; esto también te permitirá no hacer demasiado ruido al caminar dentro de la iglesia.

En general, la vestimenta de los niños sigue las mismas normas que la de los adultos. Los vestidos de las niñas deben ser simples, sin lentejuelas ni volantes. Los niños se visten con un pantalón y pueden elegir entre una camiseta o un polo, sobre todo para los entierros en verano.

En la mayoría de los casos, son preferibles los colores neutros. El negro, porque evoca el duelo y la tristeza, aunque también puede ser un gris, marrón oscuro, o azul marino. Los tonos claros como el blanco o el beige pueden entenderse, dependiendo de la familia, como un signo de esperanza, paz y de homenaje a la vida. El blanco a menudo es preferible en los funerales de niños.

Algunas familias establecen un código de vestimenta como tributo al difunto, con colores alegres para alguien de carácter jovial, por ejemplo. Un toque de color puede ser bien recibido, a condición de que sea oscuro y discreto.

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