Ocurrió en las Islas Tiwi, en la costa norte de Australia
Hubo un obispo, en las Islas Tiwi, de la costa del norte de Australia que tuvo “150 esposas”. Él mismo destacaba este hecho en su autobiografía que publicó cuando se jubiló en 1956. Religión en Libertad publica su historia, la vida de Francis Xavier Gsell: una historia de evangelización, de lucha por la población indígena del lugar y de trabajo con las mujeres más jóvenes de la isla.
Las Islas Tiwi son unas islas con un 90% de etnia kiwi y con una cultura y lengua aborigen. En 1922, después de muchos años del obispo en el lugar ocurrió algo que cambiaría su trabajo, que cambiaría su misión. Una de las adolescentes que participaban en la misión se quejó de que la iban a entregar a su esposo, un hombre mayor.
“Gsell no podía hacer nada, era la ley de la isla. Vio como “sollozando se iba con un hombre para una vida que, yo lo sabía, tendría menos gozos que los de cualquier bestia del campo”. Pero cinco días después la chica volvió sangrando, con una herida de lanza en la pierna. Se había escapado y afirmaba que no pensaba salir de la misión”, explica Religión en Libertad.
El “esposo” y los familares enfurecidos fueron a ver al obispo. El obispo les ofreció una serie de regalos: tabaco, un espejo, carne, latas de melaza… pero había una condición: “que la chica se la quedaba. La negociación duró varias horas, pero al final accedieron”.
Francis Xavier Gsell vio ahí una oportunidad. Poco a poco fue “comprando” la libertad de las chicas. En total 150 chicas que la ley tribal consideraba que eran sus esposas. Él pagaba la dote y las hacía partícipes en la misión. Allí aprendían a leer y escribir, comenzaban un oficio y finalmente formaban su propia familia.
La historia y la vida de Francis Xavier Gsell está llena de aventuras y de originales formas de evangelización. Aquí puedes leer íntegra la historia.