El Papa instó a “seguir firmes” contra la llamada “diabólica” teoría de género

Los obispos de Panamá muestran a Aleteia cómo fue la reunión: “¡Tranquilos, Pedro estará en la JMJ!, les aseguró el Papa

El encuentro con el Papa Francisco duró “dos horas” y fue definido como “fraternal”, “espontáneo” y “cercano”. Se desarrolló sin protocolo, sin discursos (el Papa no los quería) y sentados alrededor del Sucesor de Pedro. Tras el mismo, el presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, José Domingo Ulloa, conversó con Aleteia sobre la misión discutida para la Iglesia panameña.

El frente abierto colegialmente entre obispos (junto al obispo de Roma) es la lucha contra el clericalismo, acompañar a los jóvenes en su crecimiento social, en el marco de la preparación de la JMJ 2019 y seguir “firmes” ante el “mal de la teoría de género” que se considera ‘diabólica’ porque “trastoca los planes divinos de Dios para la humanidad”.

PANAMA-JMJ-LOGO

“En la visita ad Limina, el Papa nos ha insistido mucho en el poder que tienen los laicos, por el hecho del bautismo, y que los libremos y que se libren de la tentación del clericalismo”, dijo a Aleteia, el presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta.

“El Papa es consciente que la transformación de la sociedad, del mundo y de la Iglesia, vienen si nosotros creemos de verdad en los laicos. Nos insistió, como sacerdotes, a creer en la misión propia que tiene el laico, no es algo que yo les sedo, es que por naturaleza propia el laico está llamado a esa realidad”, sostuvo Ulloa Mendieta, 60 años, perteneciente a la Orden de San Agustín.

El Pontífice remarcó su convicción en “creer en los jóvenes” y que la JMJ sea una ocasión para extender el compromiso social. “El mundo cambia sí el joven le da su impronta, es presente en el cambio de la Iglesia, en el cambio del mundo. Pero, también hay una gran dificultad; tenemos que creer y dar oportunidad a los jóvenes”, constató.

Ulloa Mendieta es la guía el grupo de prelados del país anfitrión que organiza la próxima Jornada Mundial de la Juventud. “La JMJ- le decíamos al Santo Padre – no es solo un evento, es la puesta en pantalón largo de lo que ha sido el trabajo en toda Latinoamérica de la pastoral juvenil”.

JMJ para encontrar vocaciones

El arzobispo metropolitano panameño está convencido que la “Jornada tiene que ser un impulso para que el joven se replantee su vocación”. Esto porque “a veces nos quedamos sí, en mucho rezo, nos congregamos muy contentos. Pero la pregunta fundamental del joven y que la tiene que aterrizar es: ¿Cuál es mi misión? Ahí no hay tu tía, o soy laico, formo un matrimonio o respondo al llamado de la vida consagrada y sacerdotal”, destacó.

La acción de la Iglesia en ocasión de la JMJ será la de fortalecer su presencia en el mundo a través de una juventud más comprometida con su realidad para cambiarla.

Ideología de género es diabólica

El prelado, también licenciado en Derecho Canónico, mencionó que la ideología de género es diabólica y fue un tema tocado en el encuentro con el Papa.

“¡Si, la ideología de género es del mal! Porque trastoca el concepto, trastoca formas […] Cada uno decide de su vida, pero lo que uno no puede es imponer una ideología porque esto va a cambiar todo el tejido social y por eso, es una de las grandes preocupaciones, le preguntábamos al Santo Padre, que nos iluminara en esa realidad de esta ideología de genero”.

“El maligno confunde y es perverso, es por eso que nos decía (el Papa) que tenemos que mantenernos firmes”, abundó.

El arzobispo Ulloa Mendieta confirma que la Iglesia es atacada, cuestionada de ‘oscurantismo’, cuando hablar abiertamente del demonio. “¿Qué es lo que quiso el demonio, desde el inicio, quitar al hombre? Quitarle su dignidad. Entonces, toda esta realidad (la ideología de genero) lo que hace es quitar nuestra dignidad en lo moral, en lo físico y en lo espiritual”.

“Y – continuó- cuando hablamos del demonio, hablamos de esa realidad del mal que trastoca el proyecto que Dios tiene para la humanidad y en eso yo creo que tenemos que ser muy, pero muy, claros.

Llegan momentos ahora de definir, respetando al otro. Que yo hable de esto no discrimina a nadie. El mismo catecismo es claro; no discriminamos. Lo que no podemos aceptar, como hombres de fe, es que se me imponga una ideología distinta al proyecto que Dios tiene para conmigo”.

Sin discriminar pero con la verdad

Precisamente, en el vuelo de avión de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud de Río (28.07.2013), el Papa Francisco pronunció la frase ¿quién soy yo para juzgar? Palabras que fuera de contexto han sido usadas contra de la Iglesia…

“Lo que ha dicho el Papa está en el catecismo de la Iglesia católica, que nos invita a no discriminar a los demás. Pero, cada uno debe también ser responsable, atenderlos. Lo que no podemos es que se vea como normal otras realidades”.

El prelado denuncia que es lamentable que las ayudas sociales de algunos países ricos destinadas para el sur del mundo tengan como ‘condición’ aceptar, lo que el Papa llama una dictadura ideológica con el fin de conceder esos recursos.

Uniones homosexuales y matrimonios

“Creo que en eso no podemos ser ingenuos. Panamá no se escapa a esta realidad, a esas uniones. Somos nosotros los que tenemos que defender la palabra matrimonio.

Matrimonio es según el sello original; hombre y mujer abiertos a la vida. Llamen a la otra cosa; otra cosa, pero yo creo que tenemos que distinguir incluso cuando hablamos nosotros de matrimonio. Cuando yo escucho la palabra matrimonio viene a mi mente es hombre y mujer. Lo demás son otras cosas.

Sí a protección de la persona, no a ideología de género

En el abanico de argumentos que está detrás del debate actual, se encuentran las políticas sociales de protección a la mujer, pasadas erróneamente como ideología de género, precisamente por su presunta prospectiva de género, en cuánto dirigida a mujeres vulnerables por ser cabeza de hogar o estar expuestas a violencias.

“Sí hay que aclararlo también lo del género. Desde pequeño aprendí que era hombre y mujer, pero sabemos que ahora cuando se habla de género hay que tener mucho cuidado porque está disfrazado con todas estas otras realidades.

“¿A quien vamos a proteger en la iglesia? A una mujer maltratada, como también tenemos que proteger a un hombre marginado, es cuestión de equilibrio. Lo que sí tenemos que entender es que hombre y mujer somos complemento. Y ahí está la grandeza del trabajo que tenemos que realizar en la sociedad. No competir. Hombre y mujer no compiten, hombre y mujer somos complementos”, afirmó Ulloa Mendieta.