La región más violenta del mundoAmérica Latina, la reserva católica de la Iglesia, enfrenta hoy mismo una vergonzosa situación: ser, también, la región más violenta del mundo. Estamos frente a uno de los lugares planetarios donde las víctimas son rápidamente olvidadas, mientras que los victimarios gozan, casi siempre, de total libertad.
En la región que va de México a la Patagonia, cada día se cometen 400 homicidios, 144,000 al año. Cuatro personas cada 15 minutos son asesinadas por muy diversas razones que van desde el robo hasta la lucha por el control del narcotráfico, pasando por las violaciones a mujeres y las riñas entre las pandillas.
De 2000 a 2015 fueron asesinadas en Latinoamérica 2.6 millones de personas, lo que ha convertido al crimen en algo “normal” para las miríadas de jóvenes que viven, sobreviven, en barrios marginales, favelas, ciudades miseria o ciudades perdidas, como se les conoce en algunas partes de la región.
Un dato escalofriante: América Latina concentra cerca de ocho por ciento de la población mundial, sin embargo, es responsable de más de un tercio de los homicidios que se cometen cada año en todo el planeta.
“En malos pasos”
En todas las regiones del mundo la tasa de homicidios ha disminuido; incluso en regiones tan “calientes” como el sur de Asia, Medio Oriente o África subsahariana; en todos lados menos en el subcontinente. Al contrario, aquí cada día se mata más.
Los datos provienen de los investigadores Alejandra Sánchez y José Luis Pardo, fundadores de Dromómanos y autores de “Narcoamérica”, publicado en 2015, y quienes actualmente trabajan en un proyecto denominado “En Malos Pasos”, sobre homicidios en los siete países más violentos del continente: Brasil, Venezuela, Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala y México.
Los avances de la investigación han sido publicados por *The New York Times* en español y pretenden dar pistas “para entender cómo un acto que dura un segundo evidencia una cultura de violencia, corrupción e impunidad”. Esto último es determinante: en países como México o Brasil, casi nunca hay castigo para un crimen.
“Los países latinoamericanos incluidos en el Índice Global de Impunidad, del Centro de Estudios sobre Impunidad y Justicia (CESIJ) en México, tienen una impunidad “alta”. México es el segundo de la lista y Colombia el tercero, solo detrás de Filipinas. Si contamos la cifra negra —aquellos delitos que nunca se denuncian y permanecen en la oscuridad— los dos países tienen una impunidad de 99 por ciento” afirman los investigadores Sánchez y Pardo.
“Instinto de vida”
Hace pocos días varios países lanzaron la iniciativa “Instinto de Vida”, que busca reducir a la mitad los homicidios en los países más violentos de la región. Algo urgente pues según el estudio mundial sobre homicidio de las Naciones Unidas, que clasifica en tres los tipos de asesinato: delictivo, interpersonal y sociopolítico, muestra que América Latina ocupa el primer lugar en los tres.
Cada año, la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal publica “El listado de las 50 ciudades más violentas del mundo”. La lista la componen casi exclusivamente ciudades latinoamericanas (43 este año).
¿Se puede enfrentar este fenómeno con éxito? Se preguntan los investigadores Sánchez y Pardo. No hay soluciones mágicas, pero es imprescindible, dicen, atacar el homicidio con una política de seguridad acompañada de programas sociales. Y, sobre todo, romper la cadena de impunidad.
“Las primeras 24 horas después de cada asesinato son fundamentales. Las investigaciones deben ser rápidas, efectivas, exhaustivas y transparentes. Una cadena de justicia fuerte, desde policías especializados hasta jueces independientes y en número suficiente, es la primera clave para reducir el crimen sin castigo y que en América Latina matemos menos”.
Con información de The New York Times en Español