El edificio de tres pisos está en la calle Ludovico Pavoni n. 169, en Torpignattara, y fue construido en los años 30. “Mi abuelo Giovanni llegó a Roma, desde Caserta, en 1922 y abrió una panadería en la zona. En 1928 construyó este edificio”, uno de los primeros del lugar. Y como él y su esposa eran muy devotos de la Virgen, una vez que terminaron el edificio pusieron una edicola o nicho, que tenía una estatua de la Virgen, que al día de hoy se conserva perfectamente, gracias al vidrio que la protege de la intemperie.
Se trata sin duda de una Virgen de Pompeya, representada según la iconografía: la Virgen está sentada en el trono, vestida de blanco y con el manto azul con pliegues en las rodillas. Tiene a Jesús en los brazos, apoyado en la pierna derecha. Ambos tienen en la mano un rosario (que aquí no están, probablemente se perdieron).
La Virgen se lo da a santa Catalina de Siena, arrodillada a su izquierda, mientras Jesús se lo da santo Domingo. La Virgen está coronada y rodeada por una aureola de 12 estrellas; en el trono está el escrito “Ave María”. La estatua está metida en la edicola cuyo fondo está pintado de azul, mientras que la parte alta está decorada con estuco en forma de concha.
El nieto de Giovanni, que vive en este edificio, se ocupa de su mantenimiento: la limpia y nunca le faltan flores frescas. De vez en cuando algún transeúnte deja flores frescas, así la edicola está siempre adornada. Bajo la edicola se encuentra una inscripción en una placa de mármol: “Pasa en la mañana, regresa en la tarde, dirige a María tu oración”.
Hoy celebramos a...