El 13 de mayo el arzobispos de Hyderabad consagraba la iglesia a Nuestra Señora de Fátima en Godamakunta, en el pueblo de Keesara. Pocos días después “los atacantes destruyeron el crucifijo y rompieron la imagen de la Virgen”, informa Asia News.
Se trata del último episodio de intolerancia religiosa vivido en la zona. Sajan K George, presidente del Consejo Global de Cristianos Indios (GCIC) muestra su indignación y preocupación: “La Iglesia ha sido objeto de vandalismo y fue destruida por elementos antisociales, probablemente pertenecientes a los grupos de extremistas nacionalistas”.
“El GCIC -continúa- está indignado por la destrucción sacrílega perpetrada por cerca de 100 personas que han devastado el interior de la iglesia y todas las decoraciones.”
Están investigándose las causas del asalto, pero parece ser que se trata de una cuestión de disputa del terreno. Los residentes de la localidad lo realizaron porque, según ellos, el dueño del terreno la había construido ilegalmente sin tener aún los permisos de la administración.
Este es el vídeo de cómo quedó la Iglesia tras el asalto:
Hoy celebramos a...