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Cómo romper el ciclo del pensamiento negativo y ser más positivos

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Calah Alexander - publicado el 23/05/17
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Tenemos más control sobre nuestras emociones de lo que pensamos

Muy a menudo veo a mi marido salir de casa, para ir a trabajar, y con un suspiro de exasperación susurra un apático “que tengas buen día”. Ser una mamá ama de casa es difícil – estoy constantemente rodeada de trabajo infinito que no termina. Es particularmente difícil sentarse y escribir o jugar con los niños cuando el suelo está lleno de juguetes, la ropa para lavar está acumulada y la mesa está llena de cartas del correo, tareas de casa, cepillos de pelo y, lo que es peor, calcetines sucios.

Estas pequeñas molestias se suman y me llevan fácilmente a caer en el mal humor. Pero como explicó recientemente el New York Times, tengo más control sobre mi emociones de lo que pienso y seguir viviendo negativamente podría ser más perjudicial de lo que pienso.

Los sentimientos negativos activan una región del cerebro llamada amígdala, que está implicada en el tratamiento del miedo, la ansiedad y otras emociones. El doctor Richard J. Davidson, neurocientífico y fundador del Center for Healthy Minds de la Universidad de Wisconsin – Madison, demostró que las personas en las que la amígdala se recupera lentamente de una amenaza corren más riesgos de una serie de problemas de salud respecto a aquellas en las que se recupera rápidamente.

 Tanto él como la doctora Fredrickson y sus colegas demostraron que el cerebro es “plástico” o capaz de generar nuevas células y recorridos, y es posible formar conexiones en el cerebro para promover respuestas más positivas. Es decir, una persona puede aprender a ser más positiva practicando ciertas habilidades que favorezcan la positividad.

La doctora Barbara Fredrickson, psicóloga de la Universidad de Carolina del Sur, hizo una investigación profunda sobre la importancia de los “micro momentos de positividad” – pequeños momentos de emociones positivas que se acumulan en el tiempo y son esenciales para la prosperidad humana. Pero estas no son sólo emociones que nos caen de la nada; son emociones capaces de generar, en particular a través de pensamientos y actos de gentileza y compasión.

La doctora Fredrickson la llama “meditación basada en el amor y el respeto” y sus estudios demuestran que seis semanas de esa meditación han determinado no sólo una mejor emoción positiva y una conectividad social, sino también una función mejorada de uno de los principales nervios que ayudan a controlar la frecuencia cardiaca. Eso lleva a una frecuencia cardiaca más variable, que a su vez ayuda a controlar la glucosa en la sangre, reduce la inflamación y favorece la curación más rápida de ataques al corazón.

Incluso sólo dos semanas de meditación basada en el amor y el respeto, pueden generan cambios en las conexiones del cerebro. ¿Cómo se hace?

En primer lugar concéntrate en tener pensamientos de benevolencia y compasión hacia los demás durante todo el día. Para mí, más que molestarme cuando me tropiezo con los zapatos en la cocina, debería pensar en la niña que los dejó ahí, con compasión. Puedo decir una rápida oración para que ella tenga un buen día y estar agradecida por esos zapatos fuera lugar, que me dieron la oportunidad de rezar por ella.

Luego pon tu compasión en acción. Podría agarrar los zapatos y guardarlos, o podría estar agradecida por la oportunidad de ayudar a mi hija a formar su carácter, recordándole de guardarlos cuando vuelva a casa. En ambos casos, estoy favoreciendo el amor y la gentileza en lugar de la irritación y el fastidio.

La meditación basada en el amor y el respeto ayuda a desarrollar y reforzar nuestras relaciones con la familia y los amigos, que son una fuente vital de emociones e interacciones positivas. Estas relaciones nos ayudan también a vivir una vida más larga y más sana. Pero no todas las emociones positivas están basadas en la relación.

Tomarse un momento para salir y disfrutar del amanecer o hacer una pausa para oír el canto de un pájaro son maneras sencillas de generar positividad. Así como fijarse objetivos y hacerlos – incluso objetivos pequeños como “doblar esta ropa después de comer”. Aprender algo nuevo es una actividad exigente, pero los beneficios positivos pueden ser proporcionalmente más grandes, ya que da una sensación duradera de confianza y logro.

El principal componente de todos estos modos de generar positividad es la conciencia. Presta atención a dónde va tu mente. No te detengas en cuán difícil son las cosas o cuán grande es el desorden, o incluso en cuán miserablemente has fracasado en algo. Si te agitas por eso que no puedes controlar te perderás el atardecer, el canto de los pájaros y la manera en que tu marido te sonríe cuando vuelve a casa. Estáte presente y sé consciente de las personas que te rodean, de manera que no te pierdas toda la alegría y el amor que tienen para ofrecer.

Sobre todo, corresponde a su amor – con tus pensamientos y tus acciones.

 

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