La reunión rompe algunas barreras pero es importante superar la desconfianza mutua entre Gobierno y oposición, dice la CEVEran las 10.20 de la mañana, de este 19 de mayo. Monseñor Diego Padrón Sánchez, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), estrechaba las manos al ministro de educación Elías Jaua Milano, responsable de la comisión para la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que impulsa el gobierno de Nicolás Maduro en el país bolivariano. “Esta casa nuestra es la ‘Casa de todos’. Bienvenidos”, le dijo.
La comisión llegó puntual a la invitación hecha por los obispos, pero inmediata fue también la respuesta que éstos le tenían acerca de la convocatoria de una Constituyente.
Durante el encuentro Padrón Sánchez estuvo acompañado del secretario general de la CEV, Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe; Raúl Biord Castillo, obispo de La Guaira; Jesús González de Zárate, obispo auxiliar de Caracas; y José Ángel Divasson, obispo emérito del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho. Del lado oficialista, además de Jaua, asistieron, entre otros, el ministro Aristóbulo Istúriz, vicepresidente para el socialismo territorial y ministro para las Comunas y el jurista Herman Escarrá.
Luego de escuchar los argumentos de la comisión, relativas a la “Constituyente de Maduro”, monseñor Padrón leyó un documento en el que fue describiendo las razones de la negativa del Episcopado Venezolano a la propuesta, sin “entrar a debatir con ustedes los pro y los contra de la iniciativa presidencial”.
Las inconveniencias de la Constituyente
En primer lugar dijo que es innecesaria, porque Venezuela cuenta con una de las constituciones más completas del mundo. Este argumento fue ratificado posteriormente ante los periodistas. Efectivamente, la Carta Magna en vigencia, “contiene lo que cualquier otra constitución nacional quiere garantizar”.
Por tanto, “lo que hace falta no es reformar el texto constitucional, sino que el Gobierno le dé pleno cumplimiento a su letra y su espíritu”, expresó. Si el Gobierno cumpliera la Carta Magna, “podría, en algún caso, proponer su enmienda”, sostuvo.
En segundo lugar, les dijo que la Asamblea Nacional Constituyente es innecesaria porque no es lo prioritario para el pueblo. “Lo que necesita y reclama el pueblo, en primer lugar, es comida, medicinas, seguridad, paz y elecciones justas”. En ese sentido, mencionó que una Constituyente “retrasa el proceso electoral ya sobrepasado en el tiempo”, conforme a las leyes.
“Por estas y otras razones, la iniciativa presidencial tiene muy escasa aprobación”, le dijo a la comisión presidencial. Padrón explicó que esta propuesta no ha traído tranquilidad al país. “Incluso, dentro del oficialismo hay quienes la adversan o no la consideran conveniente u oportuna”, agregó el arzobispo de Cumaná.
En tercer lugar, indicó que es inconveniente, “porque la nueva estructura de Estado, la estructura comunal, que el Gobierno pretende introducir mediante la Asamblea Constituyente, fue ya consultada al pueblo en 2007 y el pueblo la rechazó”. En consecuencia, dijo: “la soberanía popular debe ser respetada”.
El cuarto argumento de los obispos para rechazar la Constituyente de Maduro, es que ésta “suprimiría de facto el ejercicio de la Asamblea Nacional, la cual fue elegida por una abrumadora mayoría nacional en elecciones universales, directas y secretas”.
No ayuda al común entendimiento
El presidente de la CEV sostuvo, además, que una Asamblea Constituyente es inconveniente, porque no contribuye al entendimiento entre los venezolanos.
“Ustedes han insistido en que la propuesta presidencial, en los términos en que hasta ahora ha sido formulada, tiene como objetivo el diálogo y la paz. La Iglesia apoya y comparte este objetivo. Pero, al mismo tiempo, está convencida de que el único camino para el diálogo y la paz es la consulta al pueblo sobre si quiere o no esta propuesta presidencial”.
Advirtió que hablaba “de una consulta universal, con voto directo y secreto, tal como lo prevé nuestra Constitución Nacional, en base al principio de ‘una persona, un voto’. El pueblo es el verdadero sujeto social de la democracia”.
Un poquito, del “puertas adentro”…
Durante la reunión, la comisión presidencial de Maduro mantuvo su propuesta de convocar a “una Constituyente”, argumentando que “no es comunal”, sino “sectorial”, según referían Elías Jaua y sus acompañantes. También expresaron el deseo de dialogar con la oposición y que habría elecciones generales en 2018.
Los obispos insistían en los cuatro puntos contenidos en la carta del Cardenal Pietro Parolín del 1 de diciembre de 2016. “Quien incumplió fue el Gobierno que no liberó presos políticos, no abrió el canal humanitario, pospuso las elecciones regionales y locales e irrespetó a la Asamblea Nacional”, dijeron con contundencia pero respetuosamente.
Respecto a las protestas que se mantienen en Venezuela a casi 50 días, los obispos recordaron que quienes hoy dirigen el país, “también fueron estudiantes que protestaban pero parece que las sensibilidad se les olvidó”. Exigieron “respetar las justas peticiones de la gente contra el Gobierno y que cese la represión, porque “¡ya basta de muertes!”.
La reunión culminó a las 12 del mediodía. Luego, se realizaron sendas ruedas de prensa, hablando en primer lugar el invitado de la CEV. Elías Jaua informó que la reunión “sirvió para construir puentes de entendimiento entre el gobierno y la Iglesia”, reconociendo que hasta llegaron a rezar junto a los obispos “porque nosotros somos católicos”.
Pero dijo algo que hasta ahora no había sido expresado por el Gobierno acerca de la Iglesia: “La Conferencia Episcopal no es un partido político como sí lo es la Mesa de la Unidad Democrática”, reconociendo que es con ésta con la que deben acordar.
Padrón sostuvo que la reunión “ha sido un encuentro que rompe algunas barreras que se oponen al diálogo, pero es imprescindible superar la mutua desconfianza”.