Sus amigos le animaron a hacer paracaidismo y esa noche, el famoso actor Will Smith siente un miedo aterrador. “Te imaginas una y otra vez saltando de un avión y no puedes entender por qué harías eso”, confiesa al recordar la experiencia. Llega el día y “no quieres ser el único vago que no salta del avión, así que vuelas y subes, subes”, explica, y a 1.400 millas de altura con la puerta del avión abierta, “estás mirando hacia abajo a la muerte”.
Pero cuando está saltando, Will Smith se da cuenta de lo que está disfrutando y comparte con todos una gran lección: “Estás volando, hay cero miedo; te das cuenta de que el punto de peligro máximo es el punto de miedo mínimo”.
“Dios colocó las mejores cosas de la vida en el otro lado del terror -afirma-, en el otro lado de tu miedo máximo están todas las mejores cosas de la vida”.
Hoy celebramos a...