Tras el asesinato del periodista Javier ValdezEl día de ayer, tras el asesinato en Culiacán (Estado de Sinaloa) del periodista Javier Valdez, un ícono en el reportaje sobre las entrañas del narcotráfico, el Ángel de la Independencia, la columna que recuerda la Independencia de México en el corazón de la capital del país, centró la protesta de cientos de periodistas mexicanos
En la rotonda sobre la que se alza “el Ángel”, los periodistas pintaron en la principal arteria de la capital del país, Paseo de la Reforma, una leyenda que, al mismo tiempo, es un grito desesperado: “En México, ¡nos están matando!”
Portales digitales como *Animal Político, *decidieron no publicar nada y periódicos
nacionales y muchos internacionales, han puesto un crespón de luto y un grito de alarma: van seis periodistas mexicanos asesinados este año.
El mensaje del narcotráfico, en el crimen de Valdez y de otros periodistas, es muy claro: hay que cerrar la boca, no investigar, no denunciar. Por ello, Reporteros Sin Fronteras ha calificado a México como el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo…, solamente detrás de Siria.
Pero la del Ángel de la Independencia no fue la única manifestación. Fotógrafos, reporteros, columnistas, redactores, camarógrafos y hasta algunos directores de diarios de volcaron el martes a las calles de diversas ciudades del país en protesta por el asesinato a balazos de dos periodistas en menos de 24 horas: Jonathan Rodríguez, reportero del diario *El Costeño*, y de Javier Valdez, así como el atentado sufrido en Jalisco por otra periodista.
Y no pasa nada
Valdez fungía como corresponsal de AFP y La Jornada, y había escrito ocho libros sobre el narcotráfico en Sinaloa, cuna del cártel del “Chapo” Guzmán. Sabía que iban a ir por él, pero eso nunca lo hizo callar. Ni dejar de investigar sobre narcotráfico y crimen organizado.
De 2000 a 2017, han sido asesinados en México más de cien periodistas y 98 por ciento de las investigaciones no han sido resueltas, lo cual genera una sola palabra en el gremio: miedo. “En México se mata a periodistas porque se puede, porque no pasa nada”, se leyó en un comunicado desplegado en los diarios nacionales como Reforma y La Jornada.
Valdez fue acribillado en Culiacán, muy cerca de las instalaciones del semanario Río Doce que él mismo fundó años atrás. El portal web del semanario sintetizó su desolación cabeceando la nota del asesinato de Valdez diciendo: “Nos dieron en el corazón”.
La jornada de protestas que realizaron los periodistas del país fue inédita. Algunas publicaciones, incluso, detuvieron sus actividades durante 24 horas, entre ellos, Noroeste, Nexos, Vice, Tercera Vía Zona Franca, El Popular y Huffington Post México.
En la protesta del Ángel de la Independencia, el gremio periodístico mexicano, a través, de Jorge Guillermo Cano, responsable de la revista Vértice, se expresó diciendo: “Esta es una profesión que debería ser digna y respetada, pero no lo es por los que gobiernan”. En efecto: no lo es.