“No somos huérfanos, tenemos una madre en el cielo”, aseguró el Pontífice en la audiencia general e invitó a rezar por su peregrinación a Fátima (12-13 mayo)“María está ahí, fielmente presente, cada vez que hay que empuñar una vela encendida en un lugar de bruma y de niebla”, expresó el papa Francisco para indicar la esperanza de la madre de Jesús que a pesar del dolor enfrentó con valentía su “noche oscura” en el calvario e inspiró a los discípulos desde el inicio de la Iglesia.
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En la acostumbrada catequesis, el Pontífice invitó a contemplar a María como Madre de la esperanza. “Ella pasó también por momentos muy difíciles. No era fácil responder con un «sí» al anuncio del Ángel”, indicó ante 15.000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro este miércoles 10 de mayo de 2017.
Asimismo, pidió bendiciones y oraciones para su próximo viaje a Fátima (Portugal) del 12 al 13 de mayo. En ocasión del centenario de las apariciones, allí canonizará a los pastorcitos Francisco Marto y Jacinta Marto en el Sagrario del santuario mariano.
“Si Dios quiere – iré como peregrino a Fátima, a encomendar a la Virgen el destino temporal y eterno de la humanidad y a suplicar en sus caminos las bendiciones del Cielo”, explicó al dirigirse a los fieles y peregrinos de idioma portugués.
María, mujer valiente, ‘atenta’ a la palabra de Dios
“Pido a todos a que se unan a mí, como peregrinos de la esperanza y de la paz: Sus manos en oración sigan apoyando las mías. ¡Quiera la más grande y la mejor de las madres vigilar sobre cada uno de ustedes, a lo largo de todos vuestros días hasta la eternidad!”, añadió.
El Papa entretanto reafirmó que la Virgen María acogió en su seno “el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios”. Y, en el momento crucial de la vida de Jesús, cuando casi todos lo han abandonado, “María permaneció junto a la cruz de su Hijo por amor de madre y por fidelidad al plan de Dios”.
Así, recordó a María como ejemplo de las madres que enfrentar el dolor y el sufrimiento de sus hijos y siguen apoyándolos hasta el final incondicionalmente.
“Ella, a pesar de que no siempre comprendía todo lo que estaba sucediendo, se nos muestra como una mujer valiente, que no se detiene ante las dificultades. Una mujer que está atenta a la Palabra de Dios y que sabe meditar todo en su corazón”, sostuvo.
María apoya desde el comienzo la Iglesia. Los discípulos tuvieron la madre de Dios al lado, “acompañándolos y animándolos como madre de esperanza”. “Así nos enseña que en los momentos de dificultad, cuando parece que nada tiene sentido, siempre tenemos que esperar y confiar en Dios”.
Virgen de Luján, ecumenismo y oración por sacerdotes
El Papa saludó también a los argentinos. “Saludo a los fieles de la patria, que festejaron en estos días la patrona de Luján. Mi corazón estuvo estos días en Luján”.
En sus saludos a los peregrinos de lengua española, rememoró que hoy se festeja la fiesta de san Juan de Ávila, patrono del clero español y maestro de vida espiritual.
“Pidamos hermanos por todos los sacerdotes, para que sean siempre una imagen transparente de Jesús, Buen Pastor, y la Virgen María los sostenga a lo largo de su vida sacerdotal”.
Al final de la audiencia apoyó además la Semana ecuménica promovida por los Focolares. Francisco invitó a promover el “camino del dialogo” y el entendimiento “entre los pueblos y las religiones”.