“Me devolvieron mi casa y ahora justicia me respalda”, dijo la peruana galardonada con el Premio Goldman 2016
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Muy firme y segura de no haber cometido ningún delito reapareció Maxima Acuña, la temeraria mujer campesina acusada de usurpar terrenos de la firma estadounidense Newmont Mining, interesada en construir una mina de oro de 5 mil millones de dólares en las laderas de una laguna en la localidad de Sorochuco, Tambogrande, región Cajamarca, donde la humilde peruana vive con su familia.
“Soy una jalqueñita que vive en las cordilleras, pasteando mis ovejas en neblina y aguacero”, entonaba la mujer comunera, al recibir el premio medioambiental Goldman para América Latina. Con esta desolada melodía denunciaba los maltratos que soportaba al defender su comunidad.
La Corte Suprema de Perú ratificó el último miércoles 3 de mayo mediante un fallo la inocencia de esta cajamarquina, que a sus 47 años de edad no desistió en defender su hogar. “Me siento alegre, solo espero se terminen los abusos, atropellos y maltratos”, sostuvo Acuña Atalaya a la prensa peruana. Máxima sostiene que su casa fue destruida para construir la mina y que su intento por reconstruirla fue repelido.
La minera reacciona
La sentencia rechaza el pedido de revertir un fallo judicial de una instancia menor de 2014, interpuesto por la minera Yanacocha controlada por Newmont Mining. Y es que el área en disputa se superpone con los terrenos que Yanacocha adquirió para desarrollar el proyecto Minas Conga, ubicado en la región cajamarquina, al norte del país.
Por más de tres años esta empresa minera hostigó a la campesina para que abandone el lugar, ella jamás cedió. “Defiendo también el agua y los bosques son parte de mi vida, mis animales necesitan de ellos para alimentarse”, respondía la mujer a los atropellos que recibía.
La obra se paralizó en 2011 después de numerosas protestas sociales. La minera dice haber comprado los terrenos a una comunidad campesina de la zona en 1997, Acuña asegura que a ella no le consultaron sobre la transacción de una porción del terreno donde vive con su familia desde 1994. Yanacocha ha advertido mediante un comunicado que continuará buscando el derecho de propiedad sobre los terrenos pero ahora en el fuero civil.
Inquebrantable la campesina peruana se ha convertido en un símbolo en la defensa del medio ambiente.