Papa Francisco aprobó hoy el milagro de la curación de una mujer tucumana que sanó de un afección cardíaca sin explicación científica
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El Papa Francisco aprobó la beatificación de la Madre Catalina Rodríguez fundadora del Instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, cercana colaboradora del santo Cura Brochero.
Se conocía la aprobación de un milagro en todas las instancias que la Santa Sede prevé para estos casos, y sus hijas estaban expectantes. Y finalmente llegó, hoy, 4 de mayo, la confirmación de que la Argentina podrá contar en su fila de beatas a la Madre Catalina Rodríguez, fundadora del Instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón. La mediterránea provincia de Córdoba nuevamente regala a la Argentina y al mundo un testimonio de santidad.
Nacida en 1823 en esta provincia, en el seno de una distinguida familia y con el nombre de Saturnina Rodríguez y Montenegro, sufrió prematuramente la muerte de su madre y fue criada por su padre. Vivió el regreso de los jesuitas a Córdoba tras su expulsión, y realizó sus primeros ejercicios a los 17 años. Con ellos colaboró cercanamente, hasta la nueva expulsión de la compañía de Jesús por problemas con el gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Si bien sintió un llamado a la vida consagrada, presionada y confundida contrajo matrimonio con un coronel viudo, padre de dos hijos. Los amó profundamente sin abandonar su vida espiritual. Con el apoyo de su primo el presidente de la Nación Santiago Derqui promovió el regreso de los jesuitas a su provincia, y cuando enviudó, retomó su inquietud por la vida consagrada.
Su discernimiento la llevó a crear un nuevo instituto, y tras algunos años de tribulaciones y dolor las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón comenzaron una rica labor reconocida y pedida en distintas partes del país. Fue la primera congregación femenina de vida apostólica de la Argentina. Las Hermanas fueron muy importantes para apoyar la labor en la provincia del sacerdote José Gabriel del Rosario Brochero, quien las convocó para colaborar con él en Villa del Tránsito. 16 esclavas viajaron en mula hasta la villa que hoy es, probablemente, uno de los mayores regalos espirituales de la Argentina al mundo.
Cuando la Madre Catalina falleció, en la Pascua de 1896, cerca de 200 esclavas habían seguido su camino de consagración para la evangelización. Más de cien años después, sus hijas están presentes, además, en Chile, España y África.
Argentina cuenta con dos santos: san Gabriel del Rosario Brochero, y San Héctor Valdivielso, mártir. En la fila de sus beatos, a la que se unirá la Madre Catalina Rodríguez, están Laura Vicuña, Nazaria Ignacia March, Artémides Zatti, María del Tránsito de Jesús Sacramentado, María Ludovica de Angelis, Ceferino Namuncurá, Crescencia Pérez, y Mama Antula.
El milagro producido por su intercesión aprobado es la curación de una mujer tucumana empleada de un colegio de las Esclavas, que sanó de un afección cardíaca sin explicación científica.