Puede que tu horario siga igual de apretado… pero tus energías renovadas harán maravillas con tu ánimoNo hay forma de prepararse para el trabajo que supone ser mamá. Yo tuve siete hermanos, así que me gusta pensar que el haberme criado en un estado de caos permanente me preparó bien para la vida adulta. Mi marido y yo tuvimos cuatro hijos en cinco años, todo mientras ambos dirigíamos nuestros respectivos negocios. Nos sentimos bendecidos por la vida que hemos recibido, pero también nos damos cuenta de que podríamos trabajar siete días a la semana sin parar y aun así nunca ponernos al día con todo.
Siempre estamos con un ojo en nuestro horario, buscando eficiencia y maneras de ahorrar tiempo para poder pasar menos tiempo trabajando y más con nuestros pequeños seres humanos y el uno con el otro.
Para nosotros, es un proceso de atención: a nuestra salud emocional y mental, a nuestra salud física, a nuestra salud intelectual y, por supuesto, a nuestra salud espiritual. Esta es una orientación que hemos aprendido de The Rhythm of Life [El ritmo de la vida], de nuestro escritor favorito, Matthew Kelly, un orador y coach empresarial de alcance internacional.
Efectuar cambios pequeños en un horario frenético a veces es imposible, pero hacer los cambios apropiados te ayudarán a sentir que dispones de más horas en el día. ¡Todos queremos tener más energía! Revitaliza tu vida con estos pasos para progresar por el carril rápido:
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Ser agradecido
Podría parecer absurdo (y obvio) porque por supuesto que somos agradecidos. Sin embargo, ¿te centras en cuán agradecido eres? En mi caso, puedo salir de repente de mi melancolía cuando reoriento mis sentimientos pena de mí misma hacia lo afortunada y bendecida que soy. Doy gracias a Dios por los desafíos que me hacen más fuerte y por las personas que Él ha puesto en mi vida. Hago esto al menos diez veces al día.
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Rezar. Y mucho
Rezar no siempre tiene que parecerse a una meditación. Si todas las partes de nuestro día incluyeran algo de oración, nos ayudaría con el paso número tres. Pide protección cada vez que entres en el coche, da gracias a Dios por tus alimentos, por las personas que te encuentras durante el día, pídele que te ayude a que tu día salga como está previsto, según Su voluntad. Incluye a tus hijos en esto. Estoy segura que muchos de ustedes ya lo hacen, pero nosotros, cada vez que escuchamos una sirena, dejamos lo que estemos haciendo y rezamos por quienquiera que necesite ayuda.
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Vivir el momento
Siendo agradecidos y rezando mucho, es más probable que estemos presentes en el momento. Sin embargo, es fácil perder esa paz. Mi madre siempre dice que la gracia se encuentra en el momento presente. Cuando vivimos mirando al futuro o nos centramos en el pasado, perdemos la paz y por eso no recibimos la gracia y nos sentimos fuera de nuestro lugar, fuera del momento.
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Comer bien e hidratarse
Lo que comemos determina qué combustible usamos para nuestro día. Empezar el día con huevos revueltos y una pieza de fruta va ayudarte a concentrarte en el momento y mantener altos tus niveles de energía mucho más que si comes pastelería o que si, ni que decir tiene, te saltas el desayuno. Nuestra salud física tiene más impacto del que pensamos sobre nuestra salud emocional, espiritual e intelectual. Prioriza las elecciones más saludables cada vez que comas: acompaña los carbohidratos con grasa y proteína, añade color a las comidas, come cada tres o cuatro horas y bebe al menos 2 litros de agua al día.
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Moverse y hacer ejercicio
No es una cuestión de tener tiempo. ENCUENTRA TIEMPO. Si no puedes encontrar tiempo para hacer ejercicio, entonces estás creando tiempo para un peor sueño, más problemas de salud y visitas al médico, más estrés y menos disciplina y confianza en ti mismo. El ejercicio lo es todo para el cuerpo humano. Nuestros ancestros se movían mucho más que nosotros y su salud mental y física era mucho mejor. Entrena al menos cinco días a la semana durante al menos 30 minutos. ¡Es el mínimo que necesitas para progresar!
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Crear hábitos de sueño regulares
Una cosa de la que nunca antes me había dado cuenta antes de ser madre y empresaria es que el sueño no hay que darlo por hecho. Nunca sabemos qué puede suceder en la casa, y eso que nuestros hijos duermen bien. En vez de centrarte en conseguir un cierto número de horas de sueño, como las recomendadas 7-9 horas, intenta establecer un horario constante de acostarte y despertarte a las mismas horas todos los días. De esta forma, si te desvelas por los críos o por preocupaciones, tu patrón de sueño te seguirá ayudando a conseguir un día de trabajo competente.
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Tomar vitamina D3
Añade un buen suplemento de vitamina D3 a tu día, a no ser que tengas tus buenos 20 minutos para sentarte al sol todos los días. Te ayudará a mantener estable tu estado de ánimo.
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Eliminar el azúcar
No temas decir no a los caprichos procesados… ¡para siempre! El azúcar es la raíz de todo mal, en especial el azúcar procesado y blanqueado. Eliminar el azúcar procesado y la sacarosa de nuestras vidas reducirá nuestros niveles de estrés enormemente, y también disminuirá la acumulación de grasa y mantendrá nuestras energías estables y saludables.
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Reducir la cafeína
Cuando estamos cansados, creemos que la cafeína es la respuesta. Pero tener demasiada cafeína en nuestro organismo puede elevar nuestros niveles de cortisol y hacer que nuestra fatiga y estrés por fatiga sean mucho peores. Yo misma soy consumidora de cafeína, pero intento no beber más de 200 mg al día, independientemente de lo poco que haya dormido ese día.
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Jugar
Aunque sea durante 15 minutos. Juega a algo divertido con tus hijos. Salta en la cama elástica, juega al pillapilla, haz puzzles, prueba con algún juego acuático o en la bañera. Es difícil pensar que pueda pasar un día entero sin jugar con nuestros hijos. Esto revitaliza nuestro ánimo más que cualquier cosa, pero aun así no lo hacemos bastante.