Fue adjudicado al ELN y generó fuerte conmoción e impacto ambiental
El oleoducto Caño Limón Coveñas, ubicado en el municipio colombiano de El Carmen, departamento Norte de Santander, sufrió este jueves un atentado con explosivos que terminó generando que cientos de familias –más de 3.500 habitantes del municipio- se quedaran sin agua potable debido al derrame de crudo.
Al mismo tiempo, el hecho, adjudicado en primera instancia a la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ocasionó conmoción entre los habitantes y un fuerte impacto ambiental efectivamente gracias contacto del crudo con el agua.
Es que el oleoducto en cuestión pasa por la única fuente de agua que tiene el municipio de El Carmen para abastecerse. Se trata de la quebrada Cimitarra, que se vincula con el acueducto del lugar.
Desde Ecopetrol, empresa encargada del oleoducto, se anunció rápidamente la puesta en marcha de un plan de contingencia para atender a las personas afectadas y la emergencia ambiental.
Lo primero que se hizo fue suspender el bombeo del crudo, cerrar la bocatoma del acueducto y posteriormente enviar a personal especializado para la recolección del crudo derramado.
Sin embargo, está muy lejos de ser la primera vez que este oleoducto sufre explosiones y a manos del ELN, aunque en algunos casos sin consecuencias mayores en cuanto a derrame de crudo o desastre hídrico. En los últimos años se han dado decenas de ataques de este tipo.
A la hora de encontrar una explicación y los motivos se podría considerar la búsqueda de parte del ELN de marcar presencia, generar presión, impedir la explotación de recursos, entre otras cosas. No obstante, los principales afectados en estos casos, más allá de las corporaciones, son las personas.
Es por ello que la situación acontecida en estos días, que vuelve a afectar el trabajo del oleoducto y a la gente, generó el rápido rechazo de diversos actores vinculados al proceso de paz con el ELN, como la del jefe negociador Juan Camilo Restrepo, quien condenó la acción y la consideró “delirante e insensata”.
Restrepo también expresó que este tipo de actuaciones lo único que hacen es entorpecer las negociaciones de paz que se están desarrollando en Quito.